viernes, 11 de octubre de 2013

Capítulo 24.

Me desperté sintiendo los rayos del sol en mi cara entrando por la ventana, eran muy molestos, me moví un poco y miré a un lado, Andy estaba observándome atentamente, a su lado tenía una bandeja color azul con waffles y té.
-Buenos días.
-Hola Andy.
-¿Quieres comer algo?
-Claro, estoy muriendo de hambre. -Sonrió y me tendió la bandeja.
-Eres hermosa hasta cuando duermes. -Evité su comentario.
-¿Hace cuánto estás aquí?
-Unos minutos, no mucho. -Me metí un bocado de waffles en la boca, estaban riquísimos.
-¿Qué hora es?
-Casi las diez de la mañana.
-Oh. -Le dí un sorbo al té, también estaba rico.
-El doctor te revisó hace una hora y dijo que estabas en condiciones para irte.
-¿Por qué no lo sentí? -Pregunté confundida.
-La medicina para dormir.
-Oh, cierto.
-¿Qué harás cuando llegues a casa?
-Creo que nada, hacer reposo, pero lo bueno es que podré salir de éste infierno.
-No es para tanto. -Soltó una pequeña risa.
-¿Alguna vez has estado internado más de dos días? 
-Hmm, creo que si.
-¿Has probado la comida? Es realmente asquerosa, a excepción de alguno que otro hospital por supuesto, por ejemplo cuando mi madre estuvo internada en Massachusetts, la comida que dan en el hospital general parece salida de un finísimo restaurante. Seguramente ésto lo debe haber traído mi madre o Jared, ¿verdad? Está sabrosísimo. -Rió.
-En realidad lo traje yo. -Dijo tímido.
-Oh, pues gracias entonces. -Volví a mi comida hasta terminarla, le devolví la bandeja y la colocó en la pequeña mesa de luz a mi lado.
-Te escuché hablando con Jared. -Comentó de pronto.
-¿Qué?¿Cuándo?
-Anoche, en verdad se aman, ¿verdad?
-Si, mucho. -Contesté sin pensarlo, su cara se tornó nostálgica. -¿Te molesta?
-Claro que no ____, es tu vida, no tengo por qué meterme en ella, soy solamente un amigo más, tengo que apoyarte en tus malos y buenos momentos como lo que soy.
-Lo lamento.
-No te lamentes, fue mi culpa. -Acarició mi cabello.
-No.
-Si, aunque no lo quieras admitir. -Me dirigió una media sonrisa. De pronto escuchamos ruidos en el pasillo.
-¡Entra de una jodida vez!
-No, me asesinará.
-No te hará nada, eres su mejor amigo y además está indefensa.
-Igual no quiero hacerlo, puede patearme con el yeso de su pierna.
-Claro que lo harás, ya viniste hasta aquí, y no te hará nada.
-Me empujaste hasta aquí.
-Porque necesitas pedirle disculpas luego de como la trataste.
-Ella me provocó.
-No, no lo hizo, es una adolescente caprichosa amante de las fiestas, debes entenderla. -Andy y yo reímos en voz baja, eran Austin y Oliver.
-No voy a entrar allí Oliver, es mi última palabra.
-Claro que entrarás, y pareces un pequeño niñito.
-No. -Volvimos a reir.
-¿Quieres apostar?
-Apostemos lo que quieras. 
-Está bien, $80. -Unos segundos luego Austin entró de pronto empujado por Oliver a la habitación, le dirigió una seña no muy cordial con el dedo, él rió y me saludó asomándose a la puerta, le devolví el saludo y cerró la puerta detrás de él.
-Hmm. -Dijo avergonzado.
-Hola Austin. -Dije divertida.
-¿Qué haces aquí Biersack? -Me ignoró.
-No comiences, es mi amigo, además los ayudó, ¿no es así? -Iba a contestarme pero cerró la boca arrepintiéndose, un minuto luego volvió a hablar.
-Disculpa Biersack, ¿puedes retirarte un momento para que pueda hablar con mi mejor amiga?
-Dime Andy, Austin. -Dijo levantándose de la silla.
-Andy... -Contestó en un susurro con el ceño fruncido.
-Nos vemos ____. -Me besó en la frente y salió, Austin se sentó y limpió el beso con su manga, solté una carcajada.
-Eres un tonto.
-No me gusta que te toque, ni te bese, ni te hable...
-Lo seguirá haciendo, es mi amigo. -Reí.
-¿Desde cuando?
-Dos días. 
-Wow, cuánto tiempo.
-¿Verdad que si? -Le guiñé un ojo y su expresión cambió a una de diversión.
-Lamento haberte tratado así.
-Tranquilo, no haré ninguna fiesta.
-Tal vez solo una pequeña reunión de bienvenida, tranquila, por supuesto nada de alcohol, cigarrillos, bailes desaforados ni nada que haya en tus fiestas características. 
-No creo que el doctor me deje hacer todo éso. -Dije divertida, él rió también.
-Yo tampoco lo creo.

Luego de que el doctor acabara de hacerme los últimos chequeos y anotar todas las cosas que debía hacer y no, entre las que no, fumar, beber y montar la motocicleta, nos fuimos. Salí del hospital con mis muletas y me coloqué incómodamente en el auto familiar, mi padre manejaba, mi madre era copiloto y mi hermano me acompañaba atrás. Cuando llegamos a la casa por fin Danny me cargó en sus brazos y me llevó hasta mi habitación; solamente tenía un molesto yeso en la pierna y muchísimos rasguños y cicatrices en todo el cuerpo. Tenía puesto un pantalón joggin gris, una camiseta sin mangas y solamente una All Star negra, que mi madre sacó cuando me recostaron en la cama.
-¿Te duele? -Asentí con la cabeza haciendo una mueca de dolor. -Hijo, ¿me traes los calmantes del auto por favor? Y un vaso de agua. 
-Ok. -Dijo saliendo de la habitación junto con mi padre.
-Estoy enfadada contigo. -Susurró mi madre sentándose a un lado de la cama.
-¿Por qué? -Pregunté confundida.
-No me dijiste que estabas con Jared, tu padre los matará a los dos.
-Oh, éso, lo lamento, es que no sabía como reaccionarías, ¿lo aceptas?
-Claro que si cariño, mientras estés feliz y él no te haga ningún mal yo estaré tranquila, aunque no creo que te haga ningún daño, es un chico encantador y educado. -Solté una pequeña risita.
-Lo sé. Mamá, ¿puedes no decirle a papá sobre ésto? Sé que se molestará.
-No le diré nada, tranquila. -Besó mi mejilla, un segundo después Danny entró solo a la habitación y le entregó el pequeño recipiente lleno de pastillas a mi madre, ella me tendió una de adentro y el vaso de agua que traía mi hermano, me tomé ambos al mismo tiempo y me recosté suavemente en la cama, ella me tapó con la colcha y me besó la mejilla. 
-Descansa, puedes utilizar tu teléfono, ver la tele, usar tu computadora, lo que quieras menos levantarte. -Reí. -Oh, lo olvidaba. -Le levantó y urgó en el cajón de la pequeña mesa de luz, sacó dos cajillas de cigarrillos, luego se dirigó a mi cartera y sacó la que había allí, miré a Danny que estaba aguantando la risa. -No quiero volver a verte con uno de éstos en la boca, ¿ok? Y también para ti Daniel, si nadie fuma, ella tampoco lo hará. -La cara de Danny se tornó a una de preocupación, ahora yo estaba divertida por su cara.
-¡Mamá! Es mi forma de tranquilizarte.
-Ve a yoga, éso es tranquilizador. -Solté una carcajada y él me fulminó con la mirada.
-Éso es para viejos.
-¿Disculpa? -Mi madre imitó una cara de ofensa nada creíble.
-No puedo dejar de fumar.
-Yo no digo que lo dejes, obviamente me encantaría que lo hagas, pero sé lo difícil que es, en la casa no fumas y punto, ____ tiene terminantemente prohibido fumar y beber.
-¿Y?
-Deja los berrinches Daniel, no fumarás en la casa y es mi última palabra. -Salió del cuarto, él la siguió y cerró la puerta detrás. Unos segundos luego mi celular sonó, era Andy.
  
                                            *En línea*

-Hola Andy.
-Hola ____, ¿cómo supiste que era yo?
-Tenía tu número agendado de la vez que te llamé para consultarte lo de Ben.
-Oh, lo recuerdo. ¿Cómo llegaste?
-Muy bien, gracias, ¿tú como estás?
-Bien, remodelando mi departamento.
-Oh, ¿te mudaste?
-Si, necesitaba un espacio propio.
-¿Éso quiere decir que tú y Juliet ya no están juntos?
-Exacto, ya te lo había dicho. -Me sentí como una estúpida, era verdad.
-Oh, lo lamento.
-Está bien, ¿qué estás haciendo?
-Aburriéndome. -Rió.
-Éso es divertido, ve al canal 23, están dando un documental asombroso de Metallica, ¿te gustan?
-Es una de mis bandas favoritas, ¿vendrás mañana a visitarme con los chicos?
-Claro, a las seis estoy allí, te tengo un regalo. -Encendí la televisión.
-¡Genial! Nos vemos mañana, encontré el canal, suerte con la remodelación.
-Nos vemos mañana nena, me alegro y gracias. -Soltó una risita y cortó.

                                *Fin de llamada*



                                            Narra Andy:

Luego de ver como Danny subía al auto a ____ me subí al auto y me dirigí hacia la dirección que Ash me había anotado, era cerca del hospital, unas siete cuadras más o menos. Era un lujoso edificio, me dirigí hacia el estacionamiento subterráneo que se encontraba justo a la izquierda del edificio, aparqué en un lugar libre, bajé y coloqué la alarma. Me dirigí hacia un ascensor en el mismo lugar, esperé a que bajara y cuando las puertas se abrieron una mujer pelirroja salió de adentro y se quedó boquiabierta el verme.
-Eh... hola. -Me sonrió tímidamente mientras colocaba un mechón de su brillante cabello detrás de la oreja.
-Buenos días.
-¿Eres nuevo aquí? Nunca te había visto.
-Si, acabo de mudarme.
-Oh, bienvenido, y disculpa por no presentarme, soy Scout, piso 9. -Me tendió la mano y se la estreché.
-Gracias, soy Andy, piso 10. 
-Hmm, bueno, nos vemos luego Andy, gusto en conocerte.
-Igualmente Scout, hasta luego. -Me sonrió y se alejó caminando, presioné el botón del piso 10  y esperé, cuando las puertas se abrieron nuevamente en mi piso me bajé y saqué las llaves de mi departamento, entré y era grande, muy espacioso, primero estaba la sala de estar, con un gran televisor, un sofá rojo y muchas pinturas en las paredes, sin mirar nada más me dirigí a mi habitación que tenía ya todas mis cosas en los estantes y roperos, junto, también, con una gran televisión, me cambié la ropa y me volví hacia la cocina, la heladera estaba llena, tomé algo de allí y me preparé la comida. Cuando acabé de comer dejé todo en el lavavajillas y me dirigí de nuevo hacia la habitación, me recosté y encendí mi notebook para tener algo de información de la empresa. Cuando acabé de leer encendí la tele, me paré en un canal en donde estaban pasando un viejo documental de la banda Metallica, unos minutos después tomé mi celular y llamé a ____ para preguntarle como estaba. Me alegró oír su voz y le dije que iría al día siguiente con su obsequio, se lo compré mientras estaba en coma como disculpa. Me cambié y salí a dar un paseo por los alrededores, nada interesante por ninguna parte a excepción de un gran café que se encontraba a una cuadra de allí, en el que me paré para beber algo. Cuando me senté en una de las mesas noté a mi lado que una mujer estaba discutiendo por teléfono con el que supuse que era su pareja, me hizo recordar a la llamada de Juliet.

                         *Flashback*

-¿Si?
-Hola Andrew.
-Oh, hola.
-Me decidí en irme.
-Claro, te sacaré los pasaportes mañana.
-Si quieres los saco yo para ahorrarte problemas.
-No, no me es un problema.
-¿No me darías una oportunidad? Por favor Andy, te amo.
-Si no te molesta, estoy muy ocupado ahora para escucharte.
-Estás con ella, ¿cierto? Estás con la niñita novia de Leto.
-Éso no es de tu incumbencia.
-Wow, ella es peor de lo que pensaba, seguramente ya te la has follado, por éso terminaste conmigo, ¿verdad?
-Basta, no quiero oírte.
-Eres de lo peor.
-Ok, adiós. -Corté sin escucharla más.

                   *Fin de llamada y flashback*


No podía arrepentirme de terminar con Juliet, era lo correcto, fue la mejor decisión que pude haber tomado. Volví a "casa" y encendí la televisión otra vez sin nada que hacer.







5 comentarios:

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  2. hola chicas porfavor la que quiera lea mi novela http://lovecolorscandy.blogspot.com.ar/ es de Andy tambien

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  3. Hola, por si alguien quiere leer mi novela, también es de Andy, ojalá la lean, saludos!

    http://decisionofyourlifeandyytu.blogspot.com/2014/08/p-margin-bottom-0.html

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