martes, 25 de junio de 2013

Capítulo 8.

-Bien hija, queríamos decirte algo que tal vez te altere. -Comenzó mi padre- nosotros necesitamos el dinero para darles hasta lo indispensable a ti y tu hermano, por éso decidimos... 
-Mudarse, lo sé. -Completé su frase con la mayor naturalidad del universo, ellos abrieron la boca sorprendidos.
-Hmm, si, ¿cómo supiste? -Prosiguió mi padre luego de mi inesperada interrupción.
-Los oí el lunes hablar, y créanme, no me molesta, yo sé que su trabajo es valioso para ustedes, que no pueden ir de un lado a otro siempre, lo acepto, los extrañaré, pero no quiero que sufran por nosotros, ni por mí, tengo los mejores amigos del universo, junto con un gran hermano que me cuidaran y darían la vida por mí, lo saben , no necesitan preocuparse, confíen en nosotros, cuidaremos de Sabbath. -Nuestro hermoso gato negro, sí, se llamaba Sabbath por la banda. Al acabar de hablar agregaron a su cara ojos de sorpresa y rieron levemente.
-No nos importa Sabbath, Dios mío, ¿qué te sucedió pequeña? -Exclamó mi padre, yo me encogí de hombros y contesté.
-Estoy por cumplir 17, le hace falta un poco de madurez a mi vida, ¿no creen? -Asintieron riendo y me abrazaron con cuidado.
-Nos encanta que aceptes ésto con tanta madurez, es una buena señal de que te estás convirtiendo en una gran mujer, y vamos a confiar en tu hermano y en los chicos, al igual que en tí para cuidar de Sabbath, nos vamos el domingo luego de tu cumpleaños, en verdad los extrañaremos, son nuestra vida entera, jamás se olviden de éso. -Dijo mi madre.
-Claro que no, gracias por todo lo que hacen por nosotros, los amo.
-Nosotros a tí. -Los ojos de mi madre se llenaron de lágrimas y me besó la frente. -Bueno, es hora de tu medicina y a la cama. -Dijo mi padre tomándome entre sus brazos con cuidado y subiendo las escaleras, me colocó sobre mi cama y detrás de él vino mi madre con dos pastillas y un vaso de agua, los tomé y me acosté, les pedí que me alcanzaran mi iPhone y éso hicieron, luego de éso salieron apagando la luz y cerrando la puerta. Tenía 1 llamada perdida de Kellin, 6 mensajes, y uno de voz, no les dí importancia, solamente marqué el número de Kellin y al sonar 2 veces su voz se escuchó del otro lado de la línea.

                              *En línea*

-¿Quién es? -Dijo con brusquedad.
-____... -Dije en algo que fue casi un susurro.
-Oh... hola. -Su tono era más frío que nunca.
-¿Te sucede algo?
-La pregunta es para ti, ¿como estás?
-Bien, que frío te escuchas.
-Lo siento, es por... lo de mis padres. -Me cansé de sus mentiras, pero quería ver hasta donde podía llegar.
-Oh amor, sabes que me tendrás siempre, tienes mi apoyo para todo lo que necesites, puedes venir a mi casa y todo lo que tú quieras.
-¿No... no tienes ni un rencor conmigo luego de lo que hice?
-No Kell, confié en ti y siempre lo haré, porque eres mi novio, lo más importante que tengo. -Escupía mentiras como loca.
-Gracias, yo... te... -Se quedó en silencio por unos segundos.
-¿Me qué? 
-Te extraño.
-Y yo a ti.
-¿Quieres que mañana nos veamos?
-No puedo, no me permitieron salir hasta que salga de ésta maldita silla de ruedas.
-¿Estás en una silla de ruedas?
-Por desgracia sí...
-Oh vale, entonces nos vemos en el instituto.
-Tengo dos semanas libres.
-¿Tanto daño te hizo ésa rubia?
-No, cuando era pequeña me rompí una costilla cuando caí de la casita del árbol de Jared, tuvieron que operarme y desde ése momento mi costilla quedó delicada, ella la destruyó con la patada que me dio.
-Oh, es una idiota, y... cambié mi opinión sobre Jared, es un buen tipo.
-Me alegro de éso, en verdad que sí, es una hipócrita mentirosa que daña a las personas con cada palabra, yo no aguantaría alguien así en mi vida, odio que me engañen, y yo confío mucho en las personas, pero sé que las que elegí siempre estarán conmigo y jamás me lastimarán ni se irán, como tú, prometiste que siempre estarías conmigo, ¿lo recuerdas? y yo te creo porque eres el amor de mi vida, no eres ningún mentiroso. -Escuché un golpe al otro lado, luego tosió y por fin me contestó.
-Claro que no, nos vemos dentro de dos semanas ____, adiós. -Cortó sin dejarme pronunciar ni una sílaba.

                       *Fin de llamada*

En verdad me sorprendió su actitud, éste chico no demostraba ni una pizca de interés sobre mí, me acomodé para dormir, guardé el teléfono bajo la almohada y cerré los ojos pero los abrí rápidamente al escuchar la puerta abrirse, la luz se prendió y Jared entró, me besó los labios levemente y se sentó a un lado de la cama.
-¿Cómo estás? ¿bien? te extrañamos... ¿con quién hablabas?
-Basta Jared. -Reí.
-Ok ok, te dejaré dormir, pero no piensas dormir con éso, ¿no? -Dijo apuntando mi ropa, era verdad, no me había cambiado.
-Oh, lo olvidé, ¿me podrías alcanzar mi camisón del ropero? 
-No es un ropero, es una sala llena de ropa. -Dijo rodando los ojos, yo reí otra vez.
-Bueno, ¿me alcanzas el camisón de la sala llena de ropa mi querido Jay? -Asintió levantándose, cuando salió de "la sala llena de ropa" me lo entregó y se quedó mirándome con ojos atentos.
-No me cambiaré delante de tí. -Volvió a rodar los ojos y se retiró, me saqué la ropa con el mayor cuidado, haciendo que mis costillas dolieran un poco, pero finalmente pude colocármelo y me tapé con las sábanas.
-Ya puedes entrar... -Entró y se volvió a sentar a un lado de la cama.
-¿Me puedo quedar a dormir? -Dijo haciendo puchero.
-Claro que sí tonto, siempre puedes hacerlo, ya lo sabes. -Dije riendo, él me besó la mejilla y volvió a dirigirse al cuartito, de donde sacó un colchón y una sábana que guardaba siempre por si alguno deseaba quedarse lo colocó en el piso y se acostó.
-Dios mío, luego de lo que hicimos tú no te quieres acostar a mi lado, ven.
-No, sabes que yo soy un verdadero desastre durmiendo, me muevo por todas partes, no quiero lastimarte, además pueden entrar tus padres y no creo que les alegre que esté tan cerca de tí, aquí estoy bien.
-Ok, buenas noches, te amo.
-Yo a tí nena, descansa. -No sé en qué momento pero me dormí profundamente.
La semana pasó bastante rápido, mi cumpleaños fue uno de los más aburridos, fue como una reunión llena de viejitos, pero estaban mis amigos, no hicimos nada divertido salvo charlar y beber alguna que otra cerveza, excepto yo, mis padres no me permitieron beber ni una sola gota de alcohol, Kellin no dio ninguna señal de importancia, excepto un simple mensaje de texto que decía "feliz cumpleaños ____, espero que te mejores pronto.", a lo que le contesté solamente con un "gracias Kell.". Cuando todos se fueron como siempre se quedaron Jared, Austin, Oliver y Vic, los demás tenían planes importantes, pero prometieron que volverían el día siguiente. Mis padres ya tenían sus valijas hechas desde el día anterior, no se llevaron ningún mueble, ni siquiera la cama, solamente ropa, la explicación que nos dieron fue que tenían un departamento con todas las cosas listas allí; olvidé decir que nosotros vivíamos en Los Ángeles, y que ellos se irían a la otra punta de California, a San Francisco, una de las ciudades que más me gustaba visitar por cierto, allí vivían mis abuelos de parte de mi madre, los amaba. Cuando se despidieron por millonésima vez de nosotros, y tras repetir de nuevo todas las reglas y ocupaciones de cada uno, como cuidar de Sabbath, darle de comer, lavar la ropa, ordenar nuestro cuarto entre otras cosas y advertirnos que llamarían a Mia, nuestra empleada desde hace más de unos cuatro años, para asegurarse de que estuviéramos yendo a la escuela y también cumpliéramos con nuestras obligaciones; cuando al fin se fueron eran las doce de la noche y me obligaron a irme a dormir.
-Se acaban de ir mis padres y ahora ustedes me dicen que hacer. -Reí.
-Bueno... tenemos que ocuparnos de tí, haz de cuenta que somos como tus padres. -Dijo Austin divertido.
-Oh, créeme, no los soportaría o simplemente los echaría. -Reí de nuevo y todos me siguieron, cuando me serené rodé las ruedas de mi molesta silla hacia la cocina, todos caminaron detrás de mí, excepto Ben y Danny que se dirigieron hacia su habitación.
-Parecen hormigas, dejen de seguirme, puedo cuidarme sola. -Dije rodando los ojos, pero no se movieron ni un centímetro, suspiré y me volví hacia la heladera, allí me dí cuenta de que sí necesitaba su ayuda. -Hmm, chicos... ¿alguien me alcanza el helado? -Dije tímidamente.
-Puedo cuidarme sola. -Vic imitó mi voz, abrió el congelador y sacó tres pequeños envases de helado, los entregó a cada uno de nosotros.
-¿Tú no comerás? -Le pregunté dirigiéndome hacia la sala.
-No, ¿puedo comer un tazón de dulces? -Preguntó haciendo puchero.
-Mis cosas son las suyas bobo. -Prendí la tele y busqué una película.
-Que no sea como la de la otra noche por favor. -Me dijo Jared algo incómodo, yo solté una carcajada y negué, cambié de canales hasta encontrar la película Monsters Inc. que recién comenzaba, todos me gritaron que la dejara así que les hice caso, me paré de la silla con cuidado y para mi sorpresa nada dolió excepto un poco mis muslos por estar tanto tiempo sentada supongo, pero cuando me senté en el sofá entre Jared y Oliver me miraron sorprendidos y asustados a la vez.
-¡¿Qué haces?! ¡Te harás daño! -Gritó Oliver.
-No, estoy bien, dejen de preocuparse, además la doctora dijo que tenía que moverme si no no me acostumbraría a estar parada, ¿quieren que esté en ésta maldita silla por siempre? -todos negaron al instante- Entonces dejen de ser tan dramáticos, preocúpense cuando esté a punto de morir. 
-¿Sabes lo que sucede? eres demasiado importante para nosotros, los chicos te conocen desde hace más de cuatro años, excepto yo y Jared que te conocemos desde que eras pequeña, no podríamos vivir con la conciencia limpia luego de saber que no te cuidamos cuando pudimos hacerlo, ¿te imaginas que te rompas muchos huesos más y murieras? por supuesto que es una suposición, no creo que seas tan boba como para romperte otra vez los huesos pero piensa... ¿cómo podríamos vivir nosotros sin tí? por éso somos así, no soportaríamos perderte. -Se sinceró Austin.
-No me perderán nunca, yo siempre estaré con ustedes, dejen que madure chicos, puedo cuidarme sola, ahora tengo 17 años, si tengo algún problema no dudaré en llamar a alguno de ustedes antes que nadie porque son mi familia, estuvieron siempre para mí pero no se preocupen tanto por favor, tengan en cuenta que ya soy una mujer. 
-Una mujer que se rompe los huesos. -Susurró Oliver y le golpeé el hombro, noté que Vic ya había llegado y se sentó junto a Jared. Sin decir nada más todos miramos la película hasta que sentí que mis párpados pesaban de una manera increíble, dejé mi helado en la pequeña mesita en frente del sofá y me apoyé sobre el hombro de Jared dejando que el sueño me ganara.

lunes, 24 de junio de 2013

Capítulo 7.

Abrí los ojos y me encontré en una sala totalmente blanca, estaba vestida con un camisón color azul y me colgaba un cable del brazo, estaba en el hospital, me asusté y traté de sentarme pero sentí una tremenda punzada de dolor en mis costillas.
-No hagas éso. -Susurró alguien a mi lado, me dí la vuelta y era Jared que me miraba preocupado sentado en una silla, tenía una camisa junto con pantalones y zapatos de vestir.
-¿Qué me sucedió? -Dije recostándome nuevamente en la dura camilla.
-Te golpearon, tanto que te dejaron inconsciente en el piso, te tuvieron que traer al hospital ya que la p*uta que lo hizo te volvió a romper la costilla, ¿recuerdas ésa vez que te caíste de la casa del árbol y te tuvieron que operar? -Asentí con la cabeza. -Bueno, tu costilla quedó frágil desde ése momento y el lunes colapsó por completo, tuvieron que volver a operarte. 
-¿Qué? Espera... ¿el lunes? ¿qué día es hoy? 
-Hoy es jueves, ayer te hicieron la operación, pero no despertaste hasta hoy porque cuando llegaste te durmieron para que no sintieras el dolor. -Agachó la mirada y noté como una lágrima salió por su ojo derecho.
-No llores Jay. -Susurré, levantó la mirada y me miró triste.
-Tendría que haber estado ahí, el idiota de Quinn te dejó sola, jamás lo perdonaré. 
-¿Cómo que me dejó sola? -Dije frunciendo el ceño.
-Cuando la chica te volteó el siguió su camino hacia el patio de la preparatoria sin siquiera mirar hacia atrás, Vic si volvió y cuanto te vió se quedó shockeado, no podía pronunciar ni una palabra, luego los chicos vinieron y te vieron, te cargaron y llamaron a la directora, que llamó al hospital, a todo ésto tú estabas inconsciente, por éso no recuerdas absolutamente nada.
-¿Y mis padres? 
-Tuvieron que viajar de urgencia, me llamaron para venir, bueno, en realidad todos los días vine pero hoy tuve que salir más temprano del trabajo, por éso estoy así. -Dijo apuntando su cuerpo.
-Lo supuse, ¿y los chicos?
-Afuera, durmieron aquí, Quinn solamente vino el día de tu operación, no volvió. -Frunció el ceño y apretó los puños.
-¿Pueden entrar? Quiero verlos.
-No creo que sea conveniente que ésos gorilas entren a verte en tu estado, seguramente no les importará tu costilla y te abrazarán más fuerte que nunca. -Rió y yo reí con él.
-En serio Jared, por favor. -Me tomó de la mano dedicándome una pequeña sonrisa y se levantó soltándola, salió por la puerta y unos minutos después entraron Vic, Austin, Oliver, Mike, Jesse y para mi sorpresa Danny, la sala estaba a punto de explotar, cada uno traía una rosa en la mano excepto Jared que de allí trajo un peluche mediano con un corazón en las manos con la frase 'I love you'.
-Chicos, no me estoy muriendo, no eran necesarias las flores. -Dije riendo.
-Lo que sucedió es que Danny un ramo, nosotros nos olvidamos y Jared nos regañó por no traer nada, entonces le pedimos que nos diera una a cada uno para dártelas. -Dijo Oliver, yo reí aún más, algo que hizo que soltara un quejido, me dolía inmensamente el cuerpo.
-¿Danny comprando flores? ¿Qué le han hecho a mi hermano? 
-No seas tonta, te quiero aunque seas insoportable y tacaña. -Dijo riendo.
-Gracias, te golpearía si no estuviera aquí.
-Estás hecha una anciana pequeña. -Dijo Austin riendo, Jared le pegó en el hombro y se encogió de hombros.
-Gracias Austin, eres un gran amigo; Jared, no hace falta que hagas éso, sabes como somos todos, cuando él estuvo en el hospital también le dije lo mismo, seguramente es una venganza. -Dije fulminando a Austin con la mirada y riendo de nuevo, ésta vez con más cuidado, todos me siguieron menos Vic, que tenía la cabeza gacha y triste.
-¿Qué sucede pequeño Vic? -Me miró y se acercó a mí.
-Soy un idiota, tú estabas allí indefensa e inconsciente y no pude hacer nada, yo fuí el culpable, lo siento. -Volvió a agachar la cabeza y tomé su mano.
-No, deja de decir estupideces Vic, todo está bien, ya pasó y no quiero que te culpes de nada, la culpa de todo la tuvo Abigail... por cierto, ¿qué sucedió con ella?
-Nada, sabes que es intocable, sus padres son abogados, podrían demandar a la escuela con solo expulsarla, está suspendida por tres semanas, y tú tienes dos semanas de reposo luego de ésto, no te dejarán salir. -Dijo haciendo puchero.
-Como no, las rubias siempre adelante de todos, no importa, no me volverá a tocar, y genial, tendré unas mini-vacaciones, ¿me irán a visitar?.
-¡Dalo por hecho! no te dejaremos ni un segundo en paz. -Exclamó Mike, de pronto una doctora entró a la habitación y miró sorprendido a todos.
-Chicos, siento decirles ésto, pero la paciente podría tener dificultades para respirar con tanta gente aquí.
-Oh, cierto que eres claustrofóbica. -Dijo Jared empujando a todos afuera y cerrando la puerta en sus caras, yo reí.
-Lo siento doctora. -Dije agachando la mirada, él me miró con ojos divertidos y compasivos al mismo tiempo.
-No hay problema señorita, ¿cómo se siente? 
-Mejor, pero todavía me duele mucho las costillas. 
-Si, éso es normal pequeña. -Dijo con un aire materno, algo que me provocó ternura.
-Oh, vale, ¿y cuándo me podré ir? 
-Creo que mañana mismo, luego de hacerte las últimas placas, pasarás la noche en observación, pero me temo que tendrás que utilizar una silla de ruedas hasta que la costilla se acomode en tu cuerpo, que deberían ser dos semanas a más tardar, cuando el reposo acabe y puedas volver a tus actividades cotidianas, menos esfuerzos abruptos y deportes. 
-Ok, gracias. -Le sonreí y ella me la devolvió.
-De nada pequeña, le diré a la enfermera que venga a cambiarte el suero en seguida.
-¿Dolerá? -Ella soltó una pequeña risa.
-No, para nada, si necesitas algo solo presiona el botón que está a tu lado. -Asentí con la cabeza pero no se retiró, se dirigió hacia Jared.
-Disculpe señor pero la hora de visita se acaba a las 8, y son las 7:45. 
-Sus padres no están, soy su novio, por favor, a ella no le gusta estar sola. -Me dirigió una mirada insegura y se volvió hacia él.
-Está bien señor, espero se comporte. -Dijo con aire divertido retirándose, él asintió sonriendo  y se volvió hacia la silla en frente de mí.
-Te vez tan frágil, detesto verte allí llena de cables. -Dijo acariciando mi cara.
-No es nada, ¿sabes lo que necesito ahora?
-¿Qué? 
-Primero debes prometerme que me lo darás.
-Vale, lo prometo, dilo.
-Un beso. -Dije sonriéndole.
-Hasta en el hospital quieres que te bese, eres increíble. -Dijo negando con la cabeza divertido.
-Hey, lo acabas de prometer, quiero mi beso. -Dije cruzándome de brazos con cuidado de no tocar mis costillas, él se acercó despacio a mí, tomó mis mejillas y cuando nuestras respiraciones chocaron juntó sus labios con los míos. Amaba ésa sensación, la de sus suaves labios pegados a los míos en total sincronización, era tan placentero. Su boca se movía en torno a mis labios, de pronto sentí como su lengua luchaba con la mía y tomé su nuca haciendo que se pegara aún más a mí profundizando el beso aún más, pero unos segundos después se separó de mí.
-No quiero lastimarte. -Dijo dándome un leve beso en los labios.
-Está bien, te amo, ¿lo sabes? 
-Si, lo sé, yo te amo mucho más pequeña. -La puerta se abrió y una enfermera entró, cambió el suero y me preguntó si necesitaba algo y me sentía bien, yo negué, luego asentí y finalmente salió de la habitación.
-Me siento mal.
-¿Qué? ¿por qué? ¿quieres que llame a la enfermera? -Dijo levantándose de la silla.
-Jared, siéntate, no es éso, estoy bien. -Reí y me hizo caso, tomé su mano y miré esos hermosos ojos azules atentos.
-¿Entonces qué sucede?
-¿Es verdad lo que me contaste de Kellin? 
-No quiero que vuelvas a estar triste por él...
-Dime... necesito saberlo, soy su novia.
-¿Vas a seguir siendo su novia luego de lo que te hizo? -Frunció el ceño y soltó mi mano.
-No lo sé, ¿tú que sabes si tuvo algún accidente o le sucedió algo? -Rodó los ojos. -No me hagas éso Jared, sabes que lo detesto.
-Tú lo haces todo el tiempo.
-No es lo mismo, tienes 24 años, yo 17, es normal, m*ierda, ¿tendré que pasar mi cumpleaños en silla de ruedas sin tomar alcohol y sin bailar? Que injusto.
-Si, mejor para tí, no me gusta que tomes.
-Jared, a tí no te gusta nada de lo que hago, no te gusta que fume, no te gusta que beba, no te gusta que salga con Kellin...
-Son cosas malas que no me gustan de tí, pero si saco todo éso eres perfecta.
-Vale, entonces si a tí te saco lo tacaño y fastidioso también serías perfecto.
-Oye, deja de describirte. -Dijo riendo, yo lo golpeé, pero fué mala idea ya que me incliné sin querer y solté un grito ruidoso.
-¡____! Ahora mismo llamo a la enfermera. -No hizo falta ya que entró cuando tenía la mano encima del botón que me había indicado la doctora, retiró mis vendajes y noté que había un gran moretón con una cicatriz, mis ojos se abrieron como platos.
-Tranquila pequeña, ésto es de la operación, no te lo hiciste ahora, no te alarmes. -Volvió a dejar los vendajes en su lugar y me recostó. -Bueno... disculpe señor pero le voy a pedir que vaya a la sala de espera, necesita descansar.
-No te vayas Jared. -Logré decir, se acercó a mí y me besó los labios.
-No me iré, lo juro. -Y se fué. La enfermera me dió una pastilla que hizo que me durmiera sin siquiera darme cuenta.
Al día siguiente abrí los ojos y Austin estaba a mi lado con su cabeza recostada en la camilla, me moví un poco y abrió los ojos exaltado.
-Tranquilo. -Se tranquilizó y me dió un beso en la frente.
-¿Dormiste bien? -Preguntó con voz ronca.
-Creo que si, pero parece que tú no... -Dije con una pequeña sonrisa.
-Todo sea por la princesa Worsnop... -Se levantó y llamó a una enfermera que se encontraba afuera. -Hoy vamos a casa, todos están esperándote afuera, Jared está firmando unos permisos para sacarte de aquí. -Me dijo cerrando la puerta. Luego entró un grupo de 4 enfermeras, me alzaron y me colocaron en una silla de ruedas.
-Te cambiaremos, no te preocupes. -Una de ellas me quitó el camisón y colocó una camisa a cuadros encima de mi cuerpo delicadamente, luego unos short y unas Vans en mis pies, cuando ya estuve lista me llevaron en la silla hasta afuera, pero Austin las paró.
-Gracias señoritas, puedo llevarla yo. -Dijo tomando la silla, detrás de él venía Jared que me dedicó una sonrisa, de pronto sentí como alguien golpeaba la silla por delante.
-¡Hey idiota! ¡Fíjate por donde vas! -Gritó Austin, miré a la persona que había sido insultada y en verdad me sorprendí.
-Lo siento, no era mi intención, y estamos en un hospital, creo que deberías comportarte. -Dijo algo alterado el chico de ojos azules, el "futuro jefe" de Jared, ¿acaso éste chico aparecía en los lugares menos pensados?, posó sus ojos sobre mí e hizo una mueca, luego saludó a Jared estrechando su mano.
-Buenos días señor Biersack. 
-Buenos días Jared, el martes te quiero en la empresa por favor. 
-Claro señor.
-¿Ésta chica es tu novia? -Le susurró al oído, pero lo escuché y volteé para ver sus ojos.
-Si, lo es. -Contestó, él asintió con la cabeza y volvió a estrechar su mano.
-Lo veo el martes, adiós. -Nos dijo y se alejó rápidamente hacia dentro del hospital.
-Que idiota, ¿lo conoces? -Dijo Austin a Jared cuando salimos.
-Es mi futuro jefe. -Contestó bajando la silla cuidadosamente en la acera.
-¿Te irás de la empresa en la que trabajas? ¿Y cómo que ____ es tu novia?
-Si, la paga es mucho mejor en la empresa de Biersack, aunque no me caiga bien, y lo dije solamente para que no lanzara sus asquerosas garras contra ella.
-¿Por qué no te cae bien? -Dije metiéndome en la conversación y disimulando mi repentino interés sobre Andy. Me tomó en sus brazos y me metió a su auto cuidadosamente en el asiento de atrás, Austin en el del copiloto.
-Porque es un mujeriego, no me gusta que se aprovechen de las mujeres, si a ti te toca un cabello te juro que lo mato, no me interesa que me despida.
-No lo hará... ¿ya te contrataron? -Comenzó a conducir.
-Si, el martes debo firmar el contrato y comunicarle a mi jefe que quiero renunciar. -No hubo más nada que decir, prendió la música y colocó mi cd favorito de Pink. En unos minutos llegamos a mi casa, Jared abrió el portón y cuando entró lo cerró, sacó mi silla de la cajuela del auto y me volvió a tomar en sus brazos cuidadosamente, me colocó en ella.
-¿Los chicos? 
-No lo sé. -Me contestó Austin abriendo la puerta, cuando entré estaba todo apagado.
-¿Qué sucede? ¿Por qué no prendieron las luc... -La luz se prendió y todos gritaron "¡sorpresa!", estaban Vic, Jesse, Gabe, Mike, Oliver, Ben, Danny, y algunos de mis parientes como mis tíos Corey {Taylor} y Anthony {Kiedis}, a los cuales no había visto hace mucho tiempo, mis primas Jenna {McDougall} y Sandra {Alva}; me sorprendí al encontrar a mis padres allí, al igual ver a Kailey con su prometido pero no veía a Kellin por ningún lugar. Estaban casi todos mis amigos, algunos con los que había permanecido distante pero sin embargo quería mucho como Christofer {Drew}, Matty {Mullins}, Alan {Ashby}, Ashley {Purdy}, Taylor {Jardine}, una de mis únicas amigas mujeres, Brian {Dales}, Jack {Barackat}, entre otros, todos se abalanzaron de a uno hacia mí abrazándome con cuidado; arriba había un cartel con la palabra "bienvenida", lo que me hizo sonreír. Colocaron música y todos charlaban conmigo, preguntándome como estaba y qué había sucedido, los más grandes ofreciéndome cumplidos como "estás mas grande y bella que antes", algo que no quedaba conmigo en ése momento teniendo unas grandes ojeras bajo mis ojos, sin ningún tipo de maquillaje y además postrada en una silla de ruedas, pero les agradecí con la mayor amabilidad que pude. Al llegar la hora de la cena todos se sentaron en el gran living menos yo, que me llevé a Kailey hacia la sala de estar, ahora totalmente vacía; ella se sentó en el sofá y yo coloqué mi silla delante de ella.
-Oye... ¿Qué le sucede a Kellin? -Ella agachó la mirada y enredó sus dedos.
-Hmm, nada. -Contestó nerviosa.
-Kai, en serio, Jared me contó que cuando la chica me golpeó no se volteó a ver si estaba bien o mal, y que fue a verme al hospital solamente el día de la operación.
-Es que... prometí no contarlo.
-Por favor, le diré a Kellin que tú no me dijiste nada, necesito saberlo Kailey, estoy sufriendo demasiado por él, me hace mal. -Sentí como mi vista se nublaba de pronto y una lágrima recorría mi mejilla.
-No pequeña, no llores, te lo diré, pero quiero que me prometas que diga lo que diga no te alterarás.
-Lo prometo. -Le contesté en un susurro, cuando acabé de limpiar las pocas lágrimas de mis mejillas.
-Bien... tú sabes como es Kellin de obsesivo por el poder, quiere tener a todas las chicas detrás de él deseándolo, incluyéndote; la historia es un poco difícil de entender, él te ama, pero también ama a otra chica, a la otra también le ah regalado las cosas que te obsequió a ti, incluyendo ésto, -tomó mi collar entre sus manos, no me había dado cuenta de que lo llevaba puesto hasta ése momento- pero el domingo por la noche al volver de tu casa la chica lo llamó, diciéndole que estaba embarazada, ésa es la explicación de su actitud tan rara. Le contó a mamá y papá, a lo que ellos respondieron de una manera algo violenta, lo obligaron a entregarle dinero y hasta lo amenazaron de echarlo de la casa, pero él dijo que se haría cargo, que se iría a vivir con ella al nacer el bebé, que no quería que el niño o la niña creciera sin su padre, quería darle una infancia, ellos aceptaron y procuraron enviarle dinero, la chica está embarazada recién de un mes, Kellin se quedará con nosotros pero cuando nazca su hijo o hija se irá a vivir a San Diego, donde se mudó recientemente la chica, creo que tiene ya 20 años y se llama Katelynne.
-Pero... Kellin tiene apenas 17 años, no está listo para mantener a un bebé, además ella tiene tres años más que él, debe tener un trabajo, y él me dijo que sus padres se habían ido por un mes. -Dije tratando de no sollozar.
-Si, lo sabemos, pero que más da, es su opinión, él se lo buscó, tendría que haberse cuidado, mi padre le advirtió miles de veces pero jamás lo escucha... y no, ellos están en casa, solamente se van los fines de semanas si los llaman de urgencia. -Frunció el ceño, yo asentí y la abracé con cuidado de no herirme más de lo que estaba, algo que la tomó por sorpresa, pero igual me tomó en sus brazos de una manera tierna, yo no aguanté más y rompí a llorar en su hombro.
-Gracias Kai, en verdad, eres como una hermana para mí, te quiero mucho, sabes que puedes  confiar en que no diré ni una sola palabra, me sacaste un gran peso de encima.
-No me agradezcas pequeña, tú también lo eres y confío en ti porque también te quiero mucho, y quiero que estés bien porque te volviste muy importante para mí. ¿Sabes una cosa? no debes sufrir por nadie, ni siquiera por mi hermano, porque eres una chica hermosa con una gran personalidad que no merece sufrir, vales mucho, no dejes que nadie te haga sentir lo contrario. -Asentí limpiando mis ojos y mejillas separándome de ella, cuando nos serenamos volvimos a la mesa tranquilamente. Mi madre había preparado 6 pizzas por la cantidad de personas que éramos, no quedó absolutamente nada, y cuando se fueron por fin todos solamente quedamos yo, mis padres, Ben, Jared y mi hermano, los últimos tres se retiraron cuando mis padres pidieron hablar conmigo en privado.



viernes, 14 de junio de 2013

Capítulo 6

Al día siguiente me despertó a las 8 de la mañana el sonido de la preciosa canción de todas las mañanas, como ya había dicho anteriormente. Me levanté y  bajé las escaleras, en el sofá estaba sentado mi padre con mi madre hablando, me escondí antes de bajar y oí algo de lo que hablaban.
-Debemos decirle, no podemos ir y volver todo el tiempo, creo que es el momento Daphne. -Dijo mi padre.
-Pero Jimmy, me preocupa, no quiero dejarla sola, se criará sin sus padres, yo quiero darle amor y cariño, es mi hija, y a Danny también aunque a veces sea holgazán, los amo, son mi vida, no puedo hacerles ésto.
-Yo también, pero sabes que lo necesitamos, nos despedirán por no estar en la ciudad cuando nos llaman y tardamos una hora en ir, podemos venir a visitarlos, ellos pueden estar solos, son totalmente independientes, lo sabes.
-Igual, para mí siguen siendo mis bebés.
-Daphne... es momento que los dejemos crecer, la semana que viene ____ cumplirá 17 años, ya será toda una mujer, lo hacemos por ellos, lo entenderán. -Se hizo un silencio de unos minutos y se oyó un largo suspiro de mi madre.
-Está bien... pero me cuesta demasiado hacerlo, ¿está bien si se los decimos por la tarde?
-Claro... -Dije y cuando oí que se pararon bajé y abrí la puerta principal, un frío inmenso recorrió mi cuerpo, no, no trataba escaparme si es lo que piensan. Cerré la puerta y me dirigí hacia la cocina, allí estaba mi padre de nuevo leyendo el diario con una taza de café a su lado y mi madre cocinando, como siempre, los saludé con un beso en la mejilla y noté que mi madre tenía los ojos cristalizados.
-Mamá, ¿estabas llorando?
-No hija, anoche no dormí bien, por el cansancio del viaje y todo éso. -Dijo acariciando mi mejilla.
-Oh, vale. -Sabía perfectamente que había estado llorando, me dirigí hacia las escaleras.
-Espera ____, ¿puedes despertar a tu hermano por favor? ah dormido demasiado.
-Pero mamá, su habitación me da asco, está toda la ropa tirada por todas partes. -Me quejé.
-No entres, grítale o algo. -Resoplé y se me ocurrió una gran idea, me volví hacia la cocina y tomé un vaso de agua.
-¿Qué harás con éso? -Preguntó mi padre.
-Tomaré agua. -Coloqué una cara obvia. Subí y abrí la puerta de la habitación de Danny, tomé el vaso y se lo vertí en la cara haciendo que se levantara rápidamente y me mirara con expresión de sorpresa y fastidio al mismo tiempo.
-Me las pagarás ____ Meredith Worsnop Evans. -Si, todo éso era mi nombre. Corrí y me encerré en mi habitación, me siguió y tocó la puerta con fuerza.
-¡Abre la maldita puerta! ¿Acaso me tienes miedo? -Gritó.
-Si Danny, te tengo muchísimo miedo, no sabes como estoy temblando en éste momento. -Dije soltando una carcajada, oí un bufido seguido de un grito de furia y luego escuché que le hablaba a mamá.
-Mamá, ____ me tiró un vaso de agua en la cara y tú ni la regañas. -Abrí la puerta un poco y me reí en su cara.
-Aw, el niño pequeño me acusa con mamá. -Dije poniendo cara de perrito, él me miró con una cara asesina.
-Basta de pelear niños, ____, alístate para ir a la preparatoria y tú Daniel arregla tu cuarto por favor. -Dijo mamá desde abajo, yo volví a cerrar la puerta y me alisté, me coloqué un poco de delineador y protector labial y me cambié de ropa, <http://www.polyvore.com/cgi/set?id=85276276&.locale=es>, tomé la mochila junto con el iPhone y las llaves de mi motocicleta y bajé, tomé un yogurt con cereales de la heladera y cuando acabé de comer salí luego de saludar a mi madre y mi padre; encendí la motocicleta y me coloqué el casco pero alguien me llamó desde adentro.
-Hey ____, ¿me llevas a un lugar? -Dijo Danny parado en la puerta, estaba vestido con un jean color claro, unas botas negras, una camiseta estampada blanca, unos anteojos estilo aviador y una chaqueta de cuero, estaba fumando un cigarrillo tranquilamente.
-¿Por qué debería de hacerlo? 
-Porque sé muchas cosas... -Dijo soltando el humo que tenía dentro de la boca.
-Yo también Danny. -Dije cruzando mis brazos sobre mi pecho, estaba empezando a hacer aun más frío.
-Pero yo más que tú, y nuestros padres te desheredarán si se enteran de lo que sé.
-Cállate, ¿a dónde quieres que te lleve? 
-A casa de Cameron.
-Queda lejísimos, además llego tarde a la preparatoria, ¿no puedes caminar o tomarte un taxi o comprarte un auto?
-No queda tan lejos, porque no quiero, tengo una chofer llamada mi hermana.
-Ahora menos te llevo. -Dije dándome la vuelta, se acercó a mí y me abrazó.
-No, por favor, solo bromeaba, sabes que te quiero pequeña idiota.
-Sube de una vez gran idiota. -Se subió y abrí el portón, me puse mis auriculares y coloqué en  la lista de reproducción del cd de Pink!, Funhouse, uno de mis favoritos. Al cabo de unos minutos llegamos a la casa de Cameron y Danny se bajó, apenas pisó el suelo yo aceleré y manejé hacia la preparatoria. Al llegar aparqué en un lugar libre, no había casi nadie ya que estaba llegando tarde, sólo habían profesores llegando; me bajé y guardé mi iPhone en la mochila antes de entrar, corrí hacia mi casillero donde dejé el casco y saqué mis libros de lengua, la próxima clase, me dirigí hacia el salón agitada y entré, allí estaba la profesora Stewart mirándome con cara amenazadora.
-Diríjase a su lugar señorita Worsnop. -Yo asentí y me senté en mi lugar entre Kellin y Vic, quienes me miraban divertidos, saqué mi libro y seguí la lectura hasta que un papel me interrumpió. *Saca tu teléfono. Kell* éso hice, lo saqué disimuladamente, era difícil que la señora Stewart me viera ya que ella no veía bien además que estábamos al final de todo; tenía dos mensajes, uno de Kellin y otro de Austin; el primero decía *¿Por qué tardaste?* había llegado hace unos segundos y el segundo hace 20 minutos y decía *No faltes, quiero abrazarte.*, al primero le contesté con *Tuve que llevar a Danny a la casa de Cameron.* y al segundo *Estoy en clase Austin, acabo de llegar.*Traté de volver a centrar mi atención en la lectura, pero luego de unos segundos otro mensaje de Kellin llegó *Oh, vale, te amo, ¿sabes? iba a pasar por ti esta mañana pero estaba muy mal para hacerlo.* le contesté rápidamente *¿Por qué? ¿Qué sucedió amor?* la respuesta llegó unos segundos luego *Mis padres se irán por un mes a Canadá, y Kailey se irá a vivir con su prometido.*, no entendía, amaba estar solo en su casa, *Mis padres se irán a no sé donde y volverán solamente los fines de semana, lo descubrí hace unos minutos, no te preocupes, tienes la suerte de que vuelvan y Kailey ya es grande, además tú amas estar solo, ¿no?* me miró y me dedicó una media sonrisa *Creo que tienes razón, siento lo de tus padres.* lo miré e imité su rostro *No tengo problema por éso, soy demasiado independiente, el problema es que no me gustaría que no estén en mi cumpleaños y mi madre esté triste por ello, odio verla mal.*, *Tranquila bebé, te prometo que tu cumpleaños será el mejor de tu vida, en serio, te amo.*, le sonreí y en ése momento la señora Stewart nos habló.
-Señor Quinn, señorita Worsnop, ¿de qué se trata la historia? Supongo que estaban prestando atención a la lectura. -Obviamente lo decía apropósito.
-Disculpe profesora Stewart, no presté atención, prometo que no volverá a suceder. -Kellin era capaz de convencer a la señora más sabia y seria del mundo.
-Espero no se repita, también para usted señorita Worsnop. -Ambos asentimos con la cabeza y tratamos de prestar atención en clase; más de una vez por el resto de la clase regañaron a Vic por charlar con todo el mundo, era demasiado sociable y distraído, y yo veía de reojo a Abigail, sentada adelante de todo como siempre, vestida con unos enormes tacos aguja color negro, unos leggings con animal print, una chaqueta de cuero marrón y una camisa blanca estampada, de vez en cuando me dirigía miradas de furia o rencor, sus extensiones estaban más rubias que antes, seguramente había tomado el domingo para teñirse el pelo, como de costumbre tenía máscara de pestañas, sombra de ojos, base de un color un poco más oscuro que el de su piel y su labial rojo sangre. Cuando por fin tocó la campana de receso salimos rápidamente del salón, pero cuando estábamos por la mitad del pasillo sentí como unas uñas se clavaban en mi brazo, me tiraban para atrás y me tiraban con brusquedad sobre la pared.
-Ups, me parece que te vas a arrepentir de haber escrito éso anoche. -Dijo Abigail furiosa.
-No, no lo haré, ¿en verdad crees que te tengo miedo?. -Dije riendo.
-Tendrías que tenerlo. -Su mirada azul lanzaba chispas, de pronto su mano me golpeó con fuerza en la cara, tomé su mano y la tiré al suelo haciendo que soltara un chillido, pero se paró y tomó mi cabello tirándolo con fuerza, me dió un puñetazo en el estómago y cuando estuve en el piso me pateó en la cara con su gran taco, y volvió a darme un puñetazo en el estómago, sentí una tremenda punzada de dolor en todo mi cuerpo y mi vista comenzó a borrarse, lo último que escuché fueron gritos desesperados.

martes, 11 de junio de 2013

Capítulo 5.

Corrí hacia el botón y lo presioné.
-¿Quién es? 
-Nosotros. -Cantaron a coro.
-¿Nosotros quiénes? 
-Tus príncipes azules, por supuesto. -Dijo Austin y todos rieron, incluyéndome a mí y Jared.
-Vale príncipes, pasen. -Dije rindo, toqué el botón que abría el portón de afuera y en segundos entraron a zancadas y empujones Vic, Austin, Mike, Oliver y dos chicos que no reconocí, uno era alto y pelirrojo, el otro era menos alto que él y rubio, me sorprendí cuando ví a Kellin entre ellos, los saludé a todos con un beso en la mejilla y me llevé a los chicos hacia la cocina mientras Jared se quedaba con los chicos desconocidos y Kellin, que me miraba desconcertado y algo triste.
-¿Quiénes son ellos y por qué los trajeron aquí? -Pregunté cruzada de brazos, todos empujaron a Oliver al frente, como siempre, para echarle la culpa.
-Bueno... el grandote es Jesse Lawson y el rubio Gabe Barham. -Dijo agachando la mirada.
-¿Y quién les dijo que los trajeran? -Se hizo un silencio. -¡Ya! ¡Díganme quiénes son ellos!
-Ya, tranquila, van a la preparatoria.
-¿Y por qué jamás los vi?
-Van en el otro turno, por la tarde. -Suspiré y agaché la mirada. -Son agradables, no te preocupes. -Dijo tomando mis hombros.
-Si se roban algo de la casa ustedes lo pagarán, y la próxima me avisan. -Todos asintieron al mismo tiempo con la cabeza, cosa que me dio risa. -¿Y qué hay con Kellin?
-Hmm, es tu novio, creo. -Susurró Mike.
-Lo sé, pero creo que tendrían que averiguar como estuvieron las cosas entre nosotros antes de traerlo aquí. -Me miraron sorprendidos.
-¿Lo viste? -Preguntó Austin.
-Exactamente.
-____, estaba borr... -Lo interrumpí.
-Lo sé, nada más les digo. -La tristeza volvió a mí.
-¿Quieres que lo echemos  -Yo reí  y negué con la cabeza.
-Quiero hablar con él. 
-____, estás llorando. -Susurró Vic, toqué mi mejilla y estaba húmeda.
-Oh, no me había dado cuenta, chicos, quiero un abrazo, ahora. -Dije abriendo mis brazos y casi al instante todos se abalanzaron hacia mí dándome un cálido abrazo, lo que necesitaba, a mis hermanos aquí levantándome el humor.
-No llores princesa, todo se arreglará. -Dijo Austin, me limpié las lágrimas y me soltaron.
-Gracias, los amo.
-Nosotros a tí. -Dijeron al unisono, yo reí y nos dirigimos de nuevo hacia la entrada.
-Bueno, me enteré de que sus nombres son Jesse y Gabe, mucho gusto, yo soy ____. -Dije sonriendo y estirando mi mano para estrechárselas, ellos la tomaron.
-Exacto, mucho gusto ____, sentimos venir sin que nos conozcas. -Digo Jesse dirigiéndole una mirada fulminante a los chicos, yo reí.
-No hay problema, creo que soy una persona sociable, bueno, pasen hacia el living y cierren la puerta por favor. -Dije dirigiéndome hacia allí, todos me siguieron y se sentaron en el gran sillón, Jared me susurró antes de sentarse.
-¿Estás bien? 
-Si, no te preocupes. -Besé su mejilla y noté como Kellin apretaba los puños mirando hacia abajo, pero él tampoco se sentó, se acercó a mí y me susurró al oído.
-¿Podemos habl... -No lo dejé terminar y lo tomé de la mano dirigiéndome hacia arriba.
-Chicos, en unos segundos bajo, miren la tele o no lo sé, lo que quieran. -Cuando entré a la habitación me senté en la cama y él a mi lado.
-Explícate por favor. -Lo miré a los ojos, éstos demostraban tristeza y dolor.
-No pasó nada, bebí como 6 cervezas, tú sabes como soy con la bebida, no me controlo, cuando me dí cuenta estaba borracho, no supe lo que hacía, ni siquiera recuerdo bien lo que sucedió pero recuerdo que una p*uta me besó y que luego me desmayé, según me contaron Austin me vio y me llevó a su casa, me dió un café y cuando pude despertar por la madrugada me contó lo que hice y quise llamarte y explicarte lo que en verdad sucedió, pero me ignoraste, también mis mensajes, debes tener como 10 llamadas mías en tu iPhone seguramente y quiero disculparme contigo, estuve muy mal, yo te amo, eres la chica más hermosa y dulce que eh conocido, pero si no me quieres disculpar y seguir tu vida sin mí, lo entiendo. -Agachó la mirada y noté que tenía el collar, lo tomé entre mis manos.
-Lo conservaste. -Dije curvando una pequeña sonrisa.
-Tú también. -Tomó el mío, me acerqué a él y le dí un pequeño beso en los labios.
-Te perdono, pero quiero que sea la última vez por favor. -Me abrazó sonriendo.
-Gracias amor, por supuesto que será la última vez, te amo.
-Y yo a tí. -Me soltó y me tomó de la mano, pero se paró en medio del camino y se arrodilló frente a mí, me puse nerviosa.
-Tranquila, no te pediré que te cases conmigo. -Respiré aliviada y él rió. -Pero terminaste conmigo, y ahora tengo que preguntarle señorita ____ Worsnop Evans, ¿quiere volver a tener una relación conmigo? -Yo reí.
-Claro que sí señor Quinn. -Me tomó de la cintura y me besó, luego me volvió a tomar de la mano y bajamos. Salimos al parque cercano a mi casa y tomamos un helado, conocí más a Jesse y Gabe, tienen un gran sentido del humor y son agradables, muy buenos chicos. Cuando estábamos por volver los chicos me avisaron que tenían tarea que hacer para el otro día, asique volvimos solamente con Jared y Kellin, algo demasiado incómodo, mientras caminábamos Jared me miraba con cara pervertida mientras Kellin no lo veía, y Kellin me tomaba de la cintura y me dedicaba tiernas miradas, algo que me incomodaba... ¿Qué se supone que debo hacer teniendo a mi novio a un lado y a mi mejor amigo, con el que inevitablemente f*ollé la noche anterior? Suena grosero, pero es verdad. Cuando llegamos a casa eran las 7:30 de la tarde, así que Jared se fue saludando con mala gana a Kellin y dándome un cálido abrazo. Miramos películas y al cabo de unas horas se fue, diciéndome que era tarde y que al otro día teníamos que ir a la preparatoria, lo acompañé a la puerta y me dió un largo y dulce beso.
-Gracias por perdonarme, te amo. -Me dijo juntando su frente con la mía y tomándome por la cintura.
-No me agradezcas, yo más a tí. -Me dió otro pequeño beso de despedida y se alejó en el coche. Por fin sola, entré a la casa y unos segundos después oí el ruido de el portón que se abría, miré por la ventana y era Danny, atrás venían mamá y papá, él se escabulló por los arbustos logrando pasar por la puerta trasera de la casa y en unos segundos se sentó en el sillón.
-Cúbreme, me debes una. -Susurró, yo rodé los ojos y asentí, pero subí las escaleras, cerré la puerta detrás de mí y prendí mi notebook, coloqué algo de música y le eché un vistazo rápido a mi cuenta de facebook, 20 notificaciones, 5 mensajes y 5 solicitudes; sinceramente no le prestaba mucha atención a las redes sociales, asique las abrí solamente para que no se acumularan, los mensajes los ví, eran de Kellin hace un día, de Austin, de mamá, de Jared que había llegado hace unos minutos y de... ¿Abigail Stevenson? Los comencé a mirar uno por uno, Kellin pedía disculpas, el de Austin decía *____, estoy con Kell, estaba muy borracho y mal, no lo ignores por favor, sabes que te amo pero fue un error lo que hizo.*, le contesté *Vale* nada más, ya sabía que lo había perdonado, el de mamá decía *Hola hija, ¿todo en orden? llámame cuando puedas, llegamos por la noche*, no lo contesté, el de Jared *Recordaré ésa noche por el resto de mi vida, te amo pequeña, y seguimos siendo mejores amigos, lo sabes.*, le contesté rápidamente, *La mía también Jared, por supuesto que si, y yo te amo mucho más.* y el último de Abigail, la rubia que más me odiaba en toda la preparatoria decía *¿Sabes que Quinn te engañó en la fiesta? Bueno, debes estar acostumbrada, lo ha hecho miles de veces, no entiendo por qué es tan estúpido de estar con una p*erra como tú teniendo a miles de chicas mejores detrás, como yo.* Otra vez la p*erra tratando de fastidiarme, le contesté *Gracias por avisarme Abi, por supuesto, pero más estoy acostumbrada a que todos me miren llegando en un lujoso auto con el chico más sexy de la preparatoria, mientras que a tí te traen tus padres, y si soy una perra ¿tú que eres? Deja de ser tan celosa querida.* Era muy gracioso hacerla enfurecer; Abigail era una rubia con un gran cuerpo, algo así <http://25.media.tumblr.com/tumblr_mct3zgWz1S1ql226lo1_500.jpg> era linda, pero con maquillaje, algo que usaba todo el tiempo, iba a la preparatoria con tacones, faldas y los labios pintados de rojo sangre todo el tiempo, era totalmente fastidiosa y hueca, tenía un aire angelical en su rostro pero cuando la conocías ésa imagen se borraba instantáneamente. Una voz me despertó de mis pensamientos.
-¡Hija, ya llegamos! -Gritó mi madre desde abajo.
-Vale. -Fue lo único que contesté. Apagué la notebook y entré en el baño, me saqué la ropa y llené la bañera de agua, cuando estuvo llena le coloqué un poco de jabón líquido para hacer espuma y entré en ella. Estuve unos momentos pensando en muchas cosas, ¿qué pasaría si Kellin se enterara de lo que sucedió con Jared? No me permitiría volver a verlo, o simplemente lo trataría de matar... Alto, ¿qué estoy diciendo? ¿Quién es Kellin para decirme qué hacer y a quién ver? Tiene apenas 17 años, y Jared 24, no tendría oportunidades, además Kellin me engañó, corté con él y luego hice éso con Jared, no estábamos juntos. También pensé en el chico de la fiesta, bueno... hombre, que preciosos ojos tenía, y su cabello negro carbón que brillaba, su cara parecía de porcelana, y sus preciosos y carnosos labios color rosado... -vale, basta, ni lo conoces, es lindo pero no exageres, recuerda que es un engreído, y además tiene novia.- comentó mi subconsciente, y tenía toda la razón. Salí de la bañera y me sequé, me dirigí hacia el ropero y tomé mi pijama, cuando acabé de cambiarme preparé mi mochila para el otro día, me acosté en la cama y me quedé profundamente dormida.



martes, 4 de junio de 2013

Capítulo 4.

-Oh, está bien, ¿qué prepararás? 
-Nada, pediré pizza.
-Pero es mediodía...
-¿Y? -Pregunté enarcando una ceja.- No hay horario para comer pizza. -Él rió y me abrazó por la cintura, cuando me soltó levantó su ropa del piso, solamente había alcanzado a colocarse los bóxers, se cambió delante de mí y cuando acabó de abrocharse los botones de la camisa me miró como si estuviera esperando algo.
-¿Qué? -Pregunté intrigada.
-¿Acaso no tienes planeado colocarte algo de ropa? 
-Por supuesto que sí, ¿acaso tú no tienes planeado salir de la habitación para que yo pueda hacerlo?
-Hmm, no, no estaba en mis planes. -Dijo esbozando una sonrisa pícara, yo reí y lo empujé hacia afuera.
-Necesito privacidad, que me hayas visto anoche desnuda no quiere decir que tenga la suficiente confianza como para cambiarme en frente de tí. 
-Eres una boba. -Dijo riendo y moviendo la cabeza de un lado al otro levemente.
-Si, una boba a la que no verás desnuda otra vez. -Dije cerrando la puerta en su cara.
-¡Ya lo veremos! -Gritó y noté que estaba bajando las escaleras. Busqué algo de ropa para estar en casa, me dirigí al baño, ¡Santo dios! que asco, tenía el maquillaje totalmente corrido, tenía unas marcas rojas en el cuello que estaba color rojo, -chupones obviamente- pensé, me lavé la cara y me sequé con la toalla, abrí la puerta de la habitación y grité.
-¡Jared! Me iré a bañar, ¿puedes pedir dos pizzas? el número está en la heladera.
-Claro, ¿de qué? -Gritó desde abajo.
-De lo que tú quieras. 
-Vale. -Fué lo último que gritó, me volví otra vez hacia el baño, abrí la ducha y llené la bañera, necesitaba relajarme un poco luego de lo de anoche, aún me dolían las piernas, sinceramente Jared más salvaje de lo que pensé; cuando ya estuvo llena cerré la ducha, me saqué la bata y entré en ella, el agua relajó mis músculos al instante, pasé una esponja con jabón líquido por todo mi cuerpo, se sentía tan placentero... De pronto oí que la puerta se abría, Jared se asomó y me miró mordiéndose el labio.
-Ya trajeron el almuerzo. -Dijo dirigiéndose hacia mí, por suerte el agua estaba llena de espuma encima de ella por el jabón, se arrodilló y me besó la frente. -Eres preciosa.- 
-Tú también lo eres. -Dije mojando la punta de su nariz con espuma, él se quejó y se limpió con la toalla que estaba colgada junto a la bañera, se paró y se volvió hacia la puerta.
-Apúrate o tendré que meterme contigo.
-¿Y por qué no lo haces ahora?
-Porque terminaremos haciendo tú sabes qué, la pizza se enfriará y los chicos pueden venir.
-Que injusto. -Dije fingiendo cara de enojada y cruzando mis brazos sobre mi pecho, él se rió.
-Ya habrá otra vez pequeña, apúrate. -Dijo cerrando la puerta detrás de él, cuando salí de la bañera enrollé una toalla en mi cabello y otra alrededor de mi cuerpo, me sequé y salí, busqué ropa interior y algo cómodo para colocarme, encontré ésto: {http://www.polyvore.com/cgi/set?id=83784180&.locale=es}, me cambié, me hice una coleta y volví a tomar mi iPhone, un nuevo mensaje de Kellin, *Y yo soy Kellin Quinn nena, también soy uno de los chicos más deseados de por aquí, pero te amo en serio, significas mucho para mí, no quiero que te olvides de mí, me vale mi j*odida popularidad, lo único que me importa eres tú. De: Kellin Quinn*. Se me ablandó el corazón, pero no sabía si creerle luego de lo que sucedió, no podía sacar la imagen de él besando a ésa p*uta, no podía sacar sus palabras de mi mente "Ya qué, ¿quién te necesita?", sentí mi mejilla mojada, -Ya, basta ____, Jared tiene razón, ¿desde cuándo lloras por chicos? Jamás lo hiciste, no valen la pena, no seas tonta.- Comentó mi subconsciente, tenía razón, pero nadie jamás me había lastimado, en serio quería a Kellin, parecía tan dulce y tierno, y tantos momentos que pasamos juntos, aunque lleváramos unos 6 meses de estar juntos; miré hacia mi mesita de noche y allí estaba el oso que me había regalado para el día de San Valentín, a su lado había una cartita y una caja en forma de corazón que había tenido chocolates, ahora la utilizaba para guardar mis alhajas  en donde estaba el collar que me había obsequiado el mismo día, tomé la notita y la volví a leer como hacía casi siempre que estaba mal... *Para tí, la chica más perfecta que se cruzó en mi vida, nunca te dejaré de amar amor, jamás lo olvides, te amo y feliz día. Kell.*

*FlashBack*

Cuando me levanté por el sonido del timbre bajé rápidamente las escaleras antes de que ése "alguien" bastante molesto para venir a las 9 de la mañana se fuera.
-¿Quién es? -Pregunté adormilada.
-Buenos días, tengo una entrega para la señorita Worsnop Evans. -Dijo una voz masculina al otro lado, el cartero.
-Soy yo, en seguida salgo. -Abrí la puerta y crucé todo el patio delantero hasta llegar a la puerta, el cartero tenía un gran ramo de rosas rojas con una cajita en forma de corazón, me las entregó.
-Muchas gracias. -Dije.
-De nada, que tenga un buen día señorita Worsnop. -Dijo yéndose, entré a la casa y leí la carta que estaba entre las flores, era de Kellin, casi muero de ternura, dentro de la caja en forma de corazón había chocolates, mi adicción por cierto, me llevé uno a la boca, estaban en realidad sabrosos. Luego de unos segundos mi iPhone comenzó a sonar, estaba sobre la mesita ratona de la habitación, lo tomé y era él, le contesté al momento.

-En línea-

-Hola hermosa, supongo que ya tendrías que haber recibido tu sorpresa, ¿verdad?
-Hola amor, claro, ¡las flores son hermosas y los chocolates son riquísimos! Gracias en serio, te amo, y fué muy tierno de tu parte Kell. -Todavía tenía la voz ronca.
-Igual que tú. -Reímos al mismo tiempo. -Me alegro que te haya gustado bebé, pero te tengo otra sorpresa.
-¿Otra más? ¿En serio?
-Sip, pasaré por tí a la noche, pero seguramente dentro de unos segundos debe llegar Kailey con otra sorpresa más.
-¿Más sorpresas? Oh Kell, no debiste, yo solamente te compre... bueno, mejor no te lo digo, pero me siento tan apenada, lo siento mucho. -Le había comprado un reloj y una camisa que me habían encantado la tarde anterior.
-No te apenes amor, no quiero cosas materiales, a mí me alcanza con tenerte a tí.
-Aw, te amo. -De pronto sonó el timbre.
-Yo mucho más, vé, debe ser Kai, ponte lo que te va a dar y yo te pasaré a buscar por la noche. 
-Vale, adiós, y gracias. -Corté y me dirigí hacia el botón donde estaba el micrófono de voz para contestar a la persona que estaba en la puerta.

-Fin de llamada-

-¿Quién es?
-Soy Kailey ____. -Dijo ella al otro lado.
-En seguida voy. -Salí y seguía descalza, corrí hacia allí y abrí el portón, ella me dió un caluroso abrazo.
-Hola pequeña, mi hermano me pidió que te diera ésto, lo elegí yo. -Dijo guiñándome un ojo, yo le recibí la bolsa con un pequeño moño color rojo en un costado y reí.
-Gracias Kai, ¿quieres entrar para tomar algo? 
-De nada, no, gracias, tengo una cita con Alex, dice que me tiene una sorpresa. 
-Oh, pues ¡suerte con él Kai! Nos vemos. -Ella agraceció y se fué; Kailey era como mi propia hermana mayor, sabía que podía confiar en ella. Entré a la casa y subí las escaleras hacia mi cuarto con las flores, los chocolates y la bolsa en mano, mis padres se habían ido a una reunión en otra ciudad por la madrugada y ordenaron a Danny que me cuidara, cosa que no hizo por supuesto, estuvo con Ben y James haciendo las idioteces que acostumbraban, luego de "ensayar" en el garaje de la casa, cosa que no me molestaba en lo más mínimo, amaba estar sola hasta tarde con mi notebook u oyendo música, algunas veces lo chantajeaba para que no le dijera a nuestros padres que había traído a los chicos a casa y que le dijera que me había acostado temprano luego de hacer mis tareas. Abrí la bolsa y dentro había un precioso vestido strapless color rojo sangre con escote corazón, tenía unos pequeños detalles con bordado, me lo probé al instante, y me quedaba arriba de la rodilla, me quedaba la cintura pegada el cuerpo favoreciendo bastante mi figura, obviamente se veía descolocado conmigo descalza, despeinada y con cara de dormida, me lo saqué y volví a dejar allí. Esperé con demasiada emoción que la noche cayera hasta que la oscuridad por fin inundó el cielo, al terminar de bañarme me maquillé y peiné, cuando salí del baño me coloqué la ropa interior y el precioso vestido junto con algunas de mis halajas: {http://www.polyvore.com/cgi/set?id=83945395&.locale=es} me miré al espejo... -Te ves bien Worsnop.- comentó mi subconsciente, de pronto mi iPhone sonó, era Kellin.

-En línea-

-Hermosa, estoy esperándote en la puerta... -Dijo y cortó rápidamente sin darme tiempo para contestar, tomé la bolsa de su regalo y me dirigí al pasillo.

-Fin de llamada-

Antes de bajar las escaleras pasé por la habitación de Danny y entré sin tocar antes, estaba junto a Ben y James mirando fijamente la pantalla de la computadora, mujeres desnudas obviamente, carraspeé y todos taparon la pantalla rápidamente.
-¡Toca la puerta m*ierda! -Gritó Danny.
-No me grites... oye, saldré con Kellin, ¿me cubres?
-No. -Contestó serio.
-Vale... si no lo haces les diré a mamá y papá que estuviste viendo pornografía y además también les diré que no me cuidaste para nada. 
-No me asustas, tengo 23 años boba, puedo hacer lo que quiera.
-Pero vives aquí, son las reglas de nuestros padres, te avisaron lo de no ver ése tipo de cosas en la computadora, y te dejaron a cargo de mí, puedo decirles que me golpeé mientras tú estabas en el garaje haciendo quién sabe qué,  piénsalo, ¿le creerán a su pequeña niña de 15 o a ti, gigante inmaduro de 23 años? -Enarqué una ceja, los chicos rieron, él suspiró y entrecerró los ojos.
-Vale, vete de una vez. -Sonreí y bajé las escaleras rápidamente, cuando salí Kell estaba apoyado en la puerta del auto, tenía unos jeans color negro con una camisa blanca, un saco de vestir y unas all star que le quitaban algo de seriedad, su pelo estaba despeinado como siempre, se veían sus ojos verdes brillar con la luz de la luna, los posó sobre mí y se acercó.
-Wow, te queda más hermoso de lo que pensé, en verdad Kailey no es tan inútil como parece.
-No seas malo con ella, y gracias por todo, las flores, los chocolates, ésto. -Dije apuntando mi cuerpo, él me dio la vuelta y depositó un pequeño y tierno beso en mis labios.
-Todo para ti, mi princesa. 
-¿Alguna vez te dije que eras la persona más tierna del mundo?
-Hmm, lo has comentado... -Dijo riendo, tomé la bolsita con el reloj y la otra con la camiseta y se las entregué.
-Siento que no sea tanto como lo que tú has hecho hoy pero algo es algo. -Dije agachando la mirada, revisó el contenido de la bolsa y me sonrió.
-Gracias amor, son hermosos, no te tendrías que haber molestado. -Me besó y nos subimos al auto, prendió el estéreo y la canción de Bruno Mars, it will rain comenzó a sonar.
-Amo ésa canción. -Comenzó a conducir.
-Lo sé. -Sonrió. El resto del camino fue silencioso, solamente escuchando la preciosa melodía, cuando miré por la ventanilla el paró el auto, estábamos frente a su casa, apagó el motor y se bajó, dirigiéndose hacia mi puerta, me abrió y tendió la mano para ayudarme, colocó la alarma y entramos a la casa, la que estaba totalmente vacía por cierto, me tomó de la mano y nos dirigimos hacia el patio, cuando llegamos me sorprendí, había una mesita para dos personas decorada con un florero de rosas color blanco en el centro, las sillas de su living pero con moños, el mantel era color blanco pero tenía unos pequeños detalles en color rojo, encima de ella habían dos platos con espaguetis con salsa blanca, mis favoritos, y en el piso había velas de casi todos los colores, miré a Kellin que me miraba esperando una respuesta de mi parte.
-Dios, estoy sin palabras Kell, ésto es precioso, en verdad. -Dije abrazándolo.
-Me alegro de que te haya gustado amor, pensé que iba a ser un poco menos informal y privado que un restaurante. -Dijo y me soltó.
-Es hermoso en verdad. -Me dirigió hacia la silla, me ayudó a sentarme y se sentó delante de mí; cuando acabamos de comer y charlar volvió a hablar.
-Bueno, juro que ésta es la última sorpresa antes de que termine la noche. -Abrí los ojos sorprendida.
-¿Otra más? Kell, no te tendrías que haber molestado, el mejor regalo que pudiste haberme hecho es estar contigo hoy. 
-No me molesto, quiero demostrarte que te amo. -Dijo sonriendo, sacó de su bolsillo una cajita aterciopelada color roja y me la dió, la abrí y dentro tenía dos collares, uno decía Kell y el otro ____, miré atrás había una frase, tuve que unirlos para deducir lo que decía "No habrá mas luz del sol, no habrá cielos despejados si te pierdo mi amor", la frase de la canción que escuchábamos en el auto, una lágrima recorrió mi mejilla.
-El que tiene tu nombre es para mí, el que tiene el mío es para tí, ¿te gusta? -Lo miré a los ojos
-Eres perfecto, ¿sabes? -Me paré y lo abracé más fuerte que nunca.
-Tú lo eres, te amo amor, jamás dejaré de hacerlo.
-Y yo a tí bebé, gracias por hacer todo ésto por mí. 

*Fin FalshBack*

Cuando me dí cuenta tenía la cara totalmente húmeda de lágrimas, me volví a colocar el collar que estaba allí, la frase no se leía, solamente se veía su sobrenombre, Kell, la mitad de un corazón, aunque lo negara lo necesitaba, de pronto oí los pasos de Jared en la escalera y me metí rápidamente al baño cerrando la puerta, escuché como entraba.
-____, ¿acabaste?
-Me estoy vistiendo, en seguida bajo. -Traté de no soltar ningún sollozo pero por desgracia se me escapó uno.
-¿Estás llorando? ¿Que sucedió? ¿Estás bien? -M*ierda, la evasión de preguntas, no se daría por vencido.
-No Jared, estoy bien, no estoy llorando, me estoy resfriando, sólo éso, ve, ya voy. 
-Quinn otra vez... -Susurró.
-Leto, no te atrevas a tocar mi iPhone. -Salí del baño y allí estaba, leyendo el último mensaje.
-Deja de sufrir por él. -Tendiéndome el móvil, lo tomé.
-No puedo, te juro que no puedo Jared, no puedo sacarlo de mi mente ni un p*uto momento, aunque trate. -Ésta vez si, me quebré, y él me tomó en sus brazos dándome un fuerte abrazo de compasión.
-Si tanto lo amas perdónalo, que más da, estaba borracho, pero te juro ____ Worsnop Evans, te vuelve a hacer lo mismo lo mato a puñetazos, lo juro por dios. -Dijo casi enfurecido.
-Vale, gracias, te amo, ¿lo sabes? -Dije dándole un beso en la frente parada de puntillas.
-Y yo a tí mi pequeña tonta. -Ambos reímos y bajamos las escaleras. Cuando acabamos de comer la pizza charlamos por un rato hasta que su teléfono sonó, lo atendió rápidamente.
-Leto... Oh, buenas tardes señor Biersack... si claro, a las nueve en punto estaré allí, no se haga ningún problema... Vale, buenas tardes. -Cortó, ¿señor Biersack? ¿De dónde me sonaba ese nombre?  

*Mini FlashBack*

-¿Puedo saber tu nombre? -Pregunté curiosa.
-Hmm, no sería conveniente pero me llamo Andrew... Andy Biersack. -Se corrigió.

*Fin del mini FlashBack*

M*ierda, no, no podría ser el chico con el cabello desordenado, ojos azules, desalineado, egocéntrico pero seductor, ¿un empresario? pero... no tendría más de 22 años, seguramente es su padre o algún pariente, hay miles de Biersack en California.
-¿En qué piensas? -Preguntó Jared interrumpiendo mis pensamientos.
-¿Quién es el señor Biersack? -Necesitaba sacarme la duda.
-Oh, el chico con el que me reuniré hoy por la noche, es joven, pero cuando su padre murió se convirtió en el único heredero de su gran empresa, pero debo admitir que es un gran empresario para sus 23 años, lo vi en la fiesta el viernes creo... -Las palabras de mi padre hacia él; ok, estaba confirmado, era el de la fiesta, el que había tratado de seducirme.
-Ah, vale. -Dije fingiendo desinterés; ¿por qué me preocupaba por ése idiota? Ni siquiera lo conozco.
-¿Por qué preguntas?
-Nada, curiosidad. -Rió y cuando acabamos de limpiar la mesa sonó el timbre.