lunes, 24 de junio de 2013

Capítulo 7.

Abrí los ojos y me encontré en una sala totalmente blanca, estaba vestida con un camisón color azul y me colgaba un cable del brazo, estaba en el hospital, me asusté y traté de sentarme pero sentí una tremenda punzada de dolor en mis costillas.
-No hagas éso. -Susurró alguien a mi lado, me dí la vuelta y era Jared que me miraba preocupado sentado en una silla, tenía una camisa junto con pantalones y zapatos de vestir.
-¿Qué me sucedió? -Dije recostándome nuevamente en la dura camilla.
-Te golpearon, tanto que te dejaron inconsciente en el piso, te tuvieron que traer al hospital ya que la p*uta que lo hizo te volvió a romper la costilla, ¿recuerdas ésa vez que te caíste de la casa del árbol y te tuvieron que operar? -Asentí con la cabeza. -Bueno, tu costilla quedó frágil desde ése momento y el lunes colapsó por completo, tuvieron que volver a operarte. 
-¿Qué? Espera... ¿el lunes? ¿qué día es hoy? 
-Hoy es jueves, ayer te hicieron la operación, pero no despertaste hasta hoy porque cuando llegaste te durmieron para que no sintieras el dolor. -Agachó la mirada y noté como una lágrima salió por su ojo derecho.
-No llores Jay. -Susurré, levantó la mirada y me miró triste.
-Tendría que haber estado ahí, el idiota de Quinn te dejó sola, jamás lo perdonaré. 
-¿Cómo que me dejó sola? -Dije frunciendo el ceño.
-Cuando la chica te volteó el siguió su camino hacia el patio de la preparatoria sin siquiera mirar hacia atrás, Vic si volvió y cuanto te vió se quedó shockeado, no podía pronunciar ni una palabra, luego los chicos vinieron y te vieron, te cargaron y llamaron a la directora, que llamó al hospital, a todo ésto tú estabas inconsciente, por éso no recuerdas absolutamente nada.
-¿Y mis padres? 
-Tuvieron que viajar de urgencia, me llamaron para venir, bueno, en realidad todos los días vine pero hoy tuve que salir más temprano del trabajo, por éso estoy así. -Dijo apuntando su cuerpo.
-Lo supuse, ¿y los chicos?
-Afuera, durmieron aquí, Quinn solamente vino el día de tu operación, no volvió. -Frunció el ceño y apretó los puños.
-¿Pueden entrar? Quiero verlos.
-No creo que sea conveniente que ésos gorilas entren a verte en tu estado, seguramente no les importará tu costilla y te abrazarán más fuerte que nunca. -Rió y yo reí con él.
-En serio Jared, por favor. -Me tomó de la mano dedicándome una pequeña sonrisa y se levantó soltándola, salió por la puerta y unos minutos después entraron Vic, Austin, Oliver, Mike, Jesse y para mi sorpresa Danny, la sala estaba a punto de explotar, cada uno traía una rosa en la mano excepto Jared que de allí trajo un peluche mediano con un corazón en las manos con la frase 'I love you'.
-Chicos, no me estoy muriendo, no eran necesarias las flores. -Dije riendo.
-Lo que sucedió es que Danny un ramo, nosotros nos olvidamos y Jared nos regañó por no traer nada, entonces le pedimos que nos diera una a cada uno para dártelas. -Dijo Oliver, yo reí aún más, algo que hizo que soltara un quejido, me dolía inmensamente el cuerpo.
-¿Danny comprando flores? ¿Qué le han hecho a mi hermano? 
-No seas tonta, te quiero aunque seas insoportable y tacaña. -Dijo riendo.
-Gracias, te golpearía si no estuviera aquí.
-Estás hecha una anciana pequeña. -Dijo Austin riendo, Jared le pegó en el hombro y se encogió de hombros.
-Gracias Austin, eres un gran amigo; Jared, no hace falta que hagas éso, sabes como somos todos, cuando él estuvo en el hospital también le dije lo mismo, seguramente es una venganza. -Dije fulminando a Austin con la mirada y riendo de nuevo, ésta vez con más cuidado, todos me siguieron menos Vic, que tenía la cabeza gacha y triste.
-¿Qué sucede pequeño Vic? -Me miró y se acercó a mí.
-Soy un idiota, tú estabas allí indefensa e inconsciente y no pude hacer nada, yo fuí el culpable, lo siento. -Volvió a agachar la cabeza y tomé su mano.
-No, deja de decir estupideces Vic, todo está bien, ya pasó y no quiero que te culpes de nada, la culpa de todo la tuvo Abigail... por cierto, ¿qué sucedió con ella?
-Nada, sabes que es intocable, sus padres son abogados, podrían demandar a la escuela con solo expulsarla, está suspendida por tres semanas, y tú tienes dos semanas de reposo luego de ésto, no te dejarán salir. -Dijo haciendo puchero.
-Como no, las rubias siempre adelante de todos, no importa, no me volverá a tocar, y genial, tendré unas mini-vacaciones, ¿me irán a visitar?.
-¡Dalo por hecho! no te dejaremos ni un segundo en paz. -Exclamó Mike, de pronto una doctora entró a la habitación y miró sorprendido a todos.
-Chicos, siento decirles ésto, pero la paciente podría tener dificultades para respirar con tanta gente aquí.
-Oh, cierto que eres claustrofóbica. -Dijo Jared empujando a todos afuera y cerrando la puerta en sus caras, yo reí.
-Lo siento doctora. -Dije agachando la mirada, él me miró con ojos divertidos y compasivos al mismo tiempo.
-No hay problema señorita, ¿cómo se siente? 
-Mejor, pero todavía me duele mucho las costillas. 
-Si, éso es normal pequeña. -Dijo con un aire materno, algo que me provocó ternura.
-Oh, vale, ¿y cuándo me podré ir? 
-Creo que mañana mismo, luego de hacerte las últimas placas, pasarás la noche en observación, pero me temo que tendrás que utilizar una silla de ruedas hasta que la costilla se acomode en tu cuerpo, que deberían ser dos semanas a más tardar, cuando el reposo acabe y puedas volver a tus actividades cotidianas, menos esfuerzos abruptos y deportes. 
-Ok, gracias. -Le sonreí y ella me la devolvió.
-De nada pequeña, le diré a la enfermera que venga a cambiarte el suero en seguida.
-¿Dolerá? -Ella soltó una pequeña risa.
-No, para nada, si necesitas algo solo presiona el botón que está a tu lado. -Asentí con la cabeza pero no se retiró, se dirigió hacia Jared.
-Disculpe señor pero la hora de visita se acaba a las 8, y son las 7:45. 
-Sus padres no están, soy su novio, por favor, a ella no le gusta estar sola. -Me dirigió una mirada insegura y se volvió hacia él.
-Está bien señor, espero se comporte. -Dijo con aire divertido retirándose, él asintió sonriendo  y se volvió hacia la silla en frente de mí.
-Te vez tan frágil, detesto verte allí llena de cables. -Dijo acariciando mi cara.
-No es nada, ¿sabes lo que necesito ahora?
-¿Qué? 
-Primero debes prometerme que me lo darás.
-Vale, lo prometo, dilo.
-Un beso. -Dije sonriéndole.
-Hasta en el hospital quieres que te bese, eres increíble. -Dijo negando con la cabeza divertido.
-Hey, lo acabas de prometer, quiero mi beso. -Dije cruzándome de brazos con cuidado de no tocar mis costillas, él se acercó despacio a mí, tomó mis mejillas y cuando nuestras respiraciones chocaron juntó sus labios con los míos. Amaba ésa sensación, la de sus suaves labios pegados a los míos en total sincronización, era tan placentero. Su boca se movía en torno a mis labios, de pronto sentí como su lengua luchaba con la mía y tomé su nuca haciendo que se pegara aún más a mí profundizando el beso aún más, pero unos segundos después se separó de mí.
-No quiero lastimarte. -Dijo dándome un leve beso en los labios.
-Está bien, te amo, ¿lo sabes? 
-Si, lo sé, yo te amo mucho más pequeña. -La puerta se abrió y una enfermera entró, cambió el suero y me preguntó si necesitaba algo y me sentía bien, yo negué, luego asentí y finalmente salió de la habitación.
-Me siento mal.
-¿Qué? ¿por qué? ¿quieres que llame a la enfermera? -Dijo levantándose de la silla.
-Jared, siéntate, no es éso, estoy bien. -Reí y me hizo caso, tomé su mano y miré esos hermosos ojos azules atentos.
-¿Entonces qué sucede?
-¿Es verdad lo que me contaste de Kellin? 
-No quiero que vuelvas a estar triste por él...
-Dime... necesito saberlo, soy su novia.
-¿Vas a seguir siendo su novia luego de lo que te hizo? -Frunció el ceño y soltó mi mano.
-No lo sé, ¿tú que sabes si tuvo algún accidente o le sucedió algo? -Rodó los ojos. -No me hagas éso Jared, sabes que lo detesto.
-Tú lo haces todo el tiempo.
-No es lo mismo, tienes 24 años, yo 17, es normal, m*ierda, ¿tendré que pasar mi cumpleaños en silla de ruedas sin tomar alcohol y sin bailar? Que injusto.
-Si, mejor para tí, no me gusta que tomes.
-Jared, a tí no te gusta nada de lo que hago, no te gusta que fume, no te gusta que beba, no te gusta que salga con Kellin...
-Son cosas malas que no me gustan de tí, pero si saco todo éso eres perfecta.
-Vale, entonces si a tí te saco lo tacaño y fastidioso también serías perfecto.
-Oye, deja de describirte. -Dijo riendo, yo lo golpeé, pero fué mala idea ya que me incliné sin querer y solté un grito ruidoso.
-¡____! Ahora mismo llamo a la enfermera. -No hizo falta ya que entró cuando tenía la mano encima del botón que me había indicado la doctora, retiró mis vendajes y noté que había un gran moretón con una cicatriz, mis ojos se abrieron como platos.
-Tranquila pequeña, ésto es de la operación, no te lo hiciste ahora, no te alarmes. -Volvió a dejar los vendajes en su lugar y me recostó. -Bueno... disculpe señor pero le voy a pedir que vaya a la sala de espera, necesita descansar.
-No te vayas Jared. -Logré decir, se acercó a mí y me besó los labios.
-No me iré, lo juro. -Y se fué. La enfermera me dió una pastilla que hizo que me durmiera sin siquiera darme cuenta.
Al día siguiente abrí los ojos y Austin estaba a mi lado con su cabeza recostada en la camilla, me moví un poco y abrió los ojos exaltado.
-Tranquilo. -Se tranquilizó y me dió un beso en la frente.
-¿Dormiste bien? -Preguntó con voz ronca.
-Creo que si, pero parece que tú no... -Dije con una pequeña sonrisa.
-Todo sea por la princesa Worsnop... -Se levantó y llamó a una enfermera que se encontraba afuera. -Hoy vamos a casa, todos están esperándote afuera, Jared está firmando unos permisos para sacarte de aquí. -Me dijo cerrando la puerta. Luego entró un grupo de 4 enfermeras, me alzaron y me colocaron en una silla de ruedas.
-Te cambiaremos, no te preocupes. -Una de ellas me quitó el camisón y colocó una camisa a cuadros encima de mi cuerpo delicadamente, luego unos short y unas Vans en mis pies, cuando ya estuve lista me llevaron en la silla hasta afuera, pero Austin las paró.
-Gracias señoritas, puedo llevarla yo. -Dijo tomando la silla, detrás de él venía Jared que me dedicó una sonrisa, de pronto sentí como alguien golpeaba la silla por delante.
-¡Hey idiota! ¡Fíjate por donde vas! -Gritó Austin, miré a la persona que había sido insultada y en verdad me sorprendí.
-Lo siento, no era mi intención, y estamos en un hospital, creo que deberías comportarte. -Dijo algo alterado el chico de ojos azules, el "futuro jefe" de Jared, ¿acaso éste chico aparecía en los lugares menos pensados?, posó sus ojos sobre mí e hizo una mueca, luego saludó a Jared estrechando su mano.
-Buenos días señor Biersack. 
-Buenos días Jared, el martes te quiero en la empresa por favor. 
-Claro señor.
-¿Ésta chica es tu novia? -Le susurró al oído, pero lo escuché y volteé para ver sus ojos.
-Si, lo es. -Contestó, él asintió con la cabeza y volvió a estrechar su mano.
-Lo veo el martes, adiós. -Nos dijo y se alejó rápidamente hacia dentro del hospital.
-Que idiota, ¿lo conoces? -Dijo Austin a Jared cuando salimos.
-Es mi futuro jefe. -Contestó bajando la silla cuidadosamente en la acera.
-¿Te irás de la empresa en la que trabajas? ¿Y cómo que ____ es tu novia?
-Si, la paga es mucho mejor en la empresa de Biersack, aunque no me caiga bien, y lo dije solamente para que no lanzara sus asquerosas garras contra ella.
-¿Por qué no te cae bien? -Dije metiéndome en la conversación y disimulando mi repentino interés sobre Andy. Me tomó en sus brazos y me metió a su auto cuidadosamente en el asiento de atrás, Austin en el del copiloto.
-Porque es un mujeriego, no me gusta que se aprovechen de las mujeres, si a ti te toca un cabello te juro que lo mato, no me interesa que me despida.
-No lo hará... ¿ya te contrataron? -Comenzó a conducir.
-Si, el martes debo firmar el contrato y comunicarle a mi jefe que quiero renunciar. -No hubo más nada que decir, prendió la música y colocó mi cd favorito de Pink. En unos minutos llegamos a mi casa, Jared abrió el portón y cuando entró lo cerró, sacó mi silla de la cajuela del auto y me volvió a tomar en sus brazos cuidadosamente, me colocó en ella.
-¿Los chicos? 
-No lo sé. -Me contestó Austin abriendo la puerta, cuando entré estaba todo apagado.
-¿Qué sucede? ¿Por qué no prendieron las luc... -La luz se prendió y todos gritaron "¡sorpresa!", estaban Vic, Jesse, Gabe, Mike, Oliver, Ben, Danny, y algunos de mis parientes como mis tíos Corey {Taylor} y Anthony {Kiedis}, a los cuales no había visto hace mucho tiempo, mis primas Jenna {McDougall} y Sandra {Alva}; me sorprendí al encontrar a mis padres allí, al igual ver a Kailey con su prometido pero no veía a Kellin por ningún lugar. Estaban casi todos mis amigos, algunos con los que había permanecido distante pero sin embargo quería mucho como Christofer {Drew}, Matty {Mullins}, Alan {Ashby}, Ashley {Purdy}, Taylor {Jardine}, una de mis únicas amigas mujeres, Brian {Dales}, Jack {Barackat}, entre otros, todos se abalanzaron de a uno hacia mí abrazándome con cuidado; arriba había un cartel con la palabra "bienvenida", lo que me hizo sonreír. Colocaron música y todos charlaban conmigo, preguntándome como estaba y qué había sucedido, los más grandes ofreciéndome cumplidos como "estás mas grande y bella que antes", algo que no quedaba conmigo en ése momento teniendo unas grandes ojeras bajo mis ojos, sin ningún tipo de maquillaje y además postrada en una silla de ruedas, pero les agradecí con la mayor amabilidad que pude. Al llegar la hora de la cena todos se sentaron en el gran living menos yo, que me llevé a Kailey hacia la sala de estar, ahora totalmente vacía; ella se sentó en el sofá y yo coloqué mi silla delante de ella.
-Oye... ¿Qué le sucede a Kellin? -Ella agachó la mirada y enredó sus dedos.
-Hmm, nada. -Contestó nerviosa.
-Kai, en serio, Jared me contó que cuando la chica me golpeó no se volteó a ver si estaba bien o mal, y que fue a verme al hospital solamente el día de la operación.
-Es que... prometí no contarlo.
-Por favor, le diré a Kellin que tú no me dijiste nada, necesito saberlo Kailey, estoy sufriendo demasiado por él, me hace mal. -Sentí como mi vista se nublaba de pronto y una lágrima recorría mi mejilla.
-No pequeña, no llores, te lo diré, pero quiero que me prometas que diga lo que diga no te alterarás.
-Lo prometo. -Le contesté en un susurro, cuando acabé de limpiar las pocas lágrimas de mis mejillas.
-Bien... tú sabes como es Kellin de obsesivo por el poder, quiere tener a todas las chicas detrás de él deseándolo, incluyéndote; la historia es un poco difícil de entender, él te ama, pero también ama a otra chica, a la otra también le ah regalado las cosas que te obsequió a ti, incluyendo ésto, -tomó mi collar entre sus manos, no me había dado cuenta de que lo llevaba puesto hasta ése momento- pero el domingo por la noche al volver de tu casa la chica lo llamó, diciéndole que estaba embarazada, ésa es la explicación de su actitud tan rara. Le contó a mamá y papá, a lo que ellos respondieron de una manera algo violenta, lo obligaron a entregarle dinero y hasta lo amenazaron de echarlo de la casa, pero él dijo que se haría cargo, que se iría a vivir con ella al nacer el bebé, que no quería que el niño o la niña creciera sin su padre, quería darle una infancia, ellos aceptaron y procuraron enviarle dinero, la chica está embarazada recién de un mes, Kellin se quedará con nosotros pero cuando nazca su hijo o hija se irá a vivir a San Diego, donde se mudó recientemente la chica, creo que tiene ya 20 años y se llama Katelynne.
-Pero... Kellin tiene apenas 17 años, no está listo para mantener a un bebé, además ella tiene tres años más que él, debe tener un trabajo, y él me dijo que sus padres se habían ido por un mes. -Dije tratando de no sollozar.
-Si, lo sabemos, pero que más da, es su opinión, él se lo buscó, tendría que haberse cuidado, mi padre le advirtió miles de veces pero jamás lo escucha... y no, ellos están en casa, solamente se van los fines de semanas si los llaman de urgencia. -Frunció el ceño, yo asentí y la abracé con cuidado de no herirme más de lo que estaba, algo que la tomó por sorpresa, pero igual me tomó en sus brazos de una manera tierna, yo no aguanté más y rompí a llorar en su hombro.
-Gracias Kai, en verdad, eres como una hermana para mí, te quiero mucho, sabes que puedes  confiar en que no diré ni una sola palabra, me sacaste un gran peso de encima.
-No me agradezcas pequeña, tú también lo eres y confío en ti porque también te quiero mucho, y quiero que estés bien porque te volviste muy importante para mí. ¿Sabes una cosa? no debes sufrir por nadie, ni siquiera por mi hermano, porque eres una chica hermosa con una gran personalidad que no merece sufrir, vales mucho, no dejes que nadie te haga sentir lo contrario. -Asentí limpiando mis ojos y mejillas separándome de ella, cuando nos serenamos volvimos a la mesa tranquilamente. Mi madre había preparado 6 pizzas por la cantidad de personas que éramos, no quedó absolutamente nada, y cuando se fueron por fin todos solamente quedamos yo, mis padres, Ben, Jared y mi hermano, los últimos tres se retiraron cuando mis padres pidieron hablar conmigo en privado.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario