martes, 4 de junio de 2013

Capítulo 4.

-Oh, está bien, ¿qué prepararás? 
-Nada, pediré pizza.
-Pero es mediodía...
-¿Y? -Pregunté enarcando una ceja.- No hay horario para comer pizza. -Él rió y me abrazó por la cintura, cuando me soltó levantó su ropa del piso, solamente había alcanzado a colocarse los bóxers, se cambió delante de mí y cuando acabó de abrocharse los botones de la camisa me miró como si estuviera esperando algo.
-¿Qué? -Pregunté intrigada.
-¿Acaso no tienes planeado colocarte algo de ropa? 
-Por supuesto que sí, ¿acaso tú no tienes planeado salir de la habitación para que yo pueda hacerlo?
-Hmm, no, no estaba en mis planes. -Dijo esbozando una sonrisa pícara, yo reí y lo empujé hacia afuera.
-Necesito privacidad, que me hayas visto anoche desnuda no quiere decir que tenga la suficiente confianza como para cambiarme en frente de tí. 
-Eres una boba. -Dijo riendo y moviendo la cabeza de un lado al otro levemente.
-Si, una boba a la que no verás desnuda otra vez. -Dije cerrando la puerta en su cara.
-¡Ya lo veremos! -Gritó y noté que estaba bajando las escaleras. Busqué algo de ropa para estar en casa, me dirigí al baño, ¡Santo dios! que asco, tenía el maquillaje totalmente corrido, tenía unas marcas rojas en el cuello que estaba color rojo, -chupones obviamente- pensé, me lavé la cara y me sequé con la toalla, abrí la puerta de la habitación y grité.
-¡Jared! Me iré a bañar, ¿puedes pedir dos pizzas? el número está en la heladera.
-Claro, ¿de qué? -Gritó desde abajo.
-De lo que tú quieras. 
-Vale. -Fué lo último que gritó, me volví otra vez hacia el baño, abrí la ducha y llené la bañera, necesitaba relajarme un poco luego de lo de anoche, aún me dolían las piernas, sinceramente Jared más salvaje de lo que pensé; cuando ya estuvo llena cerré la ducha, me saqué la bata y entré en ella, el agua relajó mis músculos al instante, pasé una esponja con jabón líquido por todo mi cuerpo, se sentía tan placentero... De pronto oí que la puerta se abría, Jared se asomó y me miró mordiéndose el labio.
-Ya trajeron el almuerzo. -Dijo dirigiéndose hacia mí, por suerte el agua estaba llena de espuma encima de ella por el jabón, se arrodilló y me besó la frente. -Eres preciosa.- 
-Tú también lo eres. -Dije mojando la punta de su nariz con espuma, él se quejó y se limpió con la toalla que estaba colgada junto a la bañera, se paró y se volvió hacia la puerta.
-Apúrate o tendré que meterme contigo.
-¿Y por qué no lo haces ahora?
-Porque terminaremos haciendo tú sabes qué, la pizza se enfriará y los chicos pueden venir.
-Que injusto. -Dije fingiendo cara de enojada y cruzando mis brazos sobre mi pecho, él se rió.
-Ya habrá otra vez pequeña, apúrate. -Dijo cerrando la puerta detrás de él, cuando salí de la bañera enrollé una toalla en mi cabello y otra alrededor de mi cuerpo, me sequé y salí, busqué ropa interior y algo cómodo para colocarme, encontré ésto: {http://www.polyvore.com/cgi/set?id=83784180&.locale=es}, me cambié, me hice una coleta y volví a tomar mi iPhone, un nuevo mensaje de Kellin, *Y yo soy Kellin Quinn nena, también soy uno de los chicos más deseados de por aquí, pero te amo en serio, significas mucho para mí, no quiero que te olvides de mí, me vale mi j*odida popularidad, lo único que me importa eres tú. De: Kellin Quinn*. Se me ablandó el corazón, pero no sabía si creerle luego de lo que sucedió, no podía sacar la imagen de él besando a ésa p*uta, no podía sacar sus palabras de mi mente "Ya qué, ¿quién te necesita?", sentí mi mejilla mojada, -Ya, basta ____, Jared tiene razón, ¿desde cuándo lloras por chicos? Jamás lo hiciste, no valen la pena, no seas tonta.- Comentó mi subconsciente, tenía razón, pero nadie jamás me había lastimado, en serio quería a Kellin, parecía tan dulce y tierno, y tantos momentos que pasamos juntos, aunque lleváramos unos 6 meses de estar juntos; miré hacia mi mesita de noche y allí estaba el oso que me había regalado para el día de San Valentín, a su lado había una cartita y una caja en forma de corazón que había tenido chocolates, ahora la utilizaba para guardar mis alhajas  en donde estaba el collar que me había obsequiado el mismo día, tomé la notita y la volví a leer como hacía casi siempre que estaba mal... *Para tí, la chica más perfecta que se cruzó en mi vida, nunca te dejaré de amar amor, jamás lo olvides, te amo y feliz día. Kell.*

*FlashBack*

Cuando me levanté por el sonido del timbre bajé rápidamente las escaleras antes de que ése "alguien" bastante molesto para venir a las 9 de la mañana se fuera.
-¿Quién es? -Pregunté adormilada.
-Buenos días, tengo una entrega para la señorita Worsnop Evans. -Dijo una voz masculina al otro lado, el cartero.
-Soy yo, en seguida salgo. -Abrí la puerta y crucé todo el patio delantero hasta llegar a la puerta, el cartero tenía un gran ramo de rosas rojas con una cajita en forma de corazón, me las entregó.
-Muchas gracias. -Dije.
-De nada, que tenga un buen día señorita Worsnop. -Dijo yéndose, entré a la casa y leí la carta que estaba entre las flores, era de Kellin, casi muero de ternura, dentro de la caja en forma de corazón había chocolates, mi adicción por cierto, me llevé uno a la boca, estaban en realidad sabrosos. Luego de unos segundos mi iPhone comenzó a sonar, estaba sobre la mesita ratona de la habitación, lo tomé y era él, le contesté al momento.

-En línea-

-Hola hermosa, supongo que ya tendrías que haber recibido tu sorpresa, ¿verdad?
-Hola amor, claro, ¡las flores son hermosas y los chocolates son riquísimos! Gracias en serio, te amo, y fué muy tierno de tu parte Kell. -Todavía tenía la voz ronca.
-Igual que tú. -Reímos al mismo tiempo. -Me alegro que te haya gustado bebé, pero te tengo otra sorpresa.
-¿Otra más? ¿En serio?
-Sip, pasaré por tí a la noche, pero seguramente dentro de unos segundos debe llegar Kailey con otra sorpresa más.
-¿Más sorpresas? Oh Kell, no debiste, yo solamente te compre... bueno, mejor no te lo digo, pero me siento tan apenada, lo siento mucho. -Le había comprado un reloj y una camisa que me habían encantado la tarde anterior.
-No te apenes amor, no quiero cosas materiales, a mí me alcanza con tenerte a tí.
-Aw, te amo. -De pronto sonó el timbre.
-Yo mucho más, vé, debe ser Kai, ponte lo que te va a dar y yo te pasaré a buscar por la noche. 
-Vale, adiós, y gracias. -Corté y me dirigí hacia el botón donde estaba el micrófono de voz para contestar a la persona que estaba en la puerta.

-Fin de llamada-

-¿Quién es?
-Soy Kailey ____. -Dijo ella al otro lado.
-En seguida voy. -Salí y seguía descalza, corrí hacia allí y abrí el portón, ella me dió un caluroso abrazo.
-Hola pequeña, mi hermano me pidió que te diera ésto, lo elegí yo. -Dijo guiñándome un ojo, yo le recibí la bolsa con un pequeño moño color rojo en un costado y reí.
-Gracias Kai, ¿quieres entrar para tomar algo? 
-De nada, no, gracias, tengo una cita con Alex, dice que me tiene una sorpresa. 
-Oh, pues ¡suerte con él Kai! Nos vemos. -Ella agraceció y se fué; Kailey era como mi propia hermana mayor, sabía que podía confiar en ella. Entré a la casa y subí las escaleras hacia mi cuarto con las flores, los chocolates y la bolsa en mano, mis padres se habían ido a una reunión en otra ciudad por la madrugada y ordenaron a Danny que me cuidara, cosa que no hizo por supuesto, estuvo con Ben y James haciendo las idioteces que acostumbraban, luego de "ensayar" en el garaje de la casa, cosa que no me molestaba en lo más mínimo, amaba estar sola hasta tarde con mi notebook u oyendo música, algunas veces lo chantajeaba para que no le dijera a nuestros padres que había traído a los chicos a casa y que le dijera que me había acostado temprano luego de hacer mis tareas. Abrí la bolsa y dentro había un precioso vestido strapless color rojo sangre con escote corazón, tenía unos pequeños detalles con bordado, me lo probé al instante, y me quedaba arriba de la rodilla, me quedaba la cintura pegada el cuerpo favoreciendo bastante mi figura, obviamente se veía descolocado conmigo descalza, despeinada y con cara de dormida, me lo saqué y volví a dejar allí. Esperé con demasiada emoción que la noche cayera hasta que la oscuridad por fin inundó el cielo, al terminar de bañarme me maquillé y peiné, cuando salí del baño me coloqué la ropa interior y el precioso vestido junto con algunas de mis halajas: {http://www.polyvore.com/cgi/set?id=83945395&.locale=es} me miré al espejo... -Te ves bien Worsnop.- comentó mi subconsciente, de pronto mi iPhone sonó, era Kellin.

-En línea-

-Hermosa, estoy esperándote en la puerta... -Dijo y cortó rápidamente sin darme tiempo para contestar, tomé la bolsa de su regalo y me dirigí al pasillo.

-Fin de llamada-

Antes de bajar las escaleras pasé por la habitación de Danny y entré sin tocar antes, estaba junto a Ben y James mirando fijamente la pantalla de la computadora, mujeres desnudas obviamente, carraspeé y todos taparon la pantalla rápidamente.
-¡Toca la puerta m*ierda! -Gritó Danny.
-No me grites... oye, saldré con Kellin, ¿me cubres?
-No. -Contestó serio.
-Vale... si no lo haces les diré a mamá y papá que estuviste viendo pornografía y además también les diré que no me cuidaste para nada. 
-No me asustas, tengo 23 años boba, puedo hacer lo que quiera.
-Pero vives aquí, son las reglas de nuestros padres, te avisaron lo de no ver ése tipo de cosas en la computadora, y te dejaron a cargo de mí, puedo decirles que me golpeé mientras tú estabas en el garaje haciendo quién sabe qué,  piénsalo, ¿le creerán a su pequeña niña de 15 o a ti, gigante inmaduro de 23 años? -Enarqué una ceja, los chicos rieron, él suspiró y entrecerró los ojos.
-Vale, vete de una vez. -Sonreí y bajé las escaleras rápidamente, cuando salí Kell estaba apoyado en la puerta del auto, tenía unos jeans color negro con una camisa blanca, un saco de vestir y unas all star que le quitaban algo de seriedad, su pelo estaba despeinado como siempre, se veían sus ojos verdes brillar con la luz de la luna, los posó sobre mí y se acercó.
-Wow, te queda más hermoso de lo que pensé, en verdad Kailey no es tan inútil como parece.
-No seas malo con ella, y gracias por todo, las flores, los chocolates, ésto. -Dije apuntando mi cuerpo, él me dio la vuelta y depositó un pequeño y tierno beso en mis labios.
-Todo para ti, mi princesa. 
-¿Alguna vez te dije que eras la persona más tierna del mundo?
-Hmm, lo has comentado... -Dijo riendo, tomé la bolsita con el reloj y la otra con la camiseta y se las entregué.
-Siento que no sea tanto como lo que tú has hecho hoy pero algo es algo. -Dije agachando la mirada, revisó el contenido de la bolsa y me sonrió.
-Gracias amor, son hermosos, no te tendrías que haber molestado. -Me besó y nos subimos al auto, prendió el estéreo y la canción de Bruno Mars, it will rain comenzó a sonar.
-Amo ésa canción. -Comenzó a conducir.
-Lo sé. -Sonrió. El resto del camino fue silencioso, solamente escuchando la preciosa melodía, cuando miré por la ventanilla el paró el auto, estábamos frente a su casa, apagó el motor y se bajó, dirigiéndose hacia mi puerta, me abrió y tendió la mano para ayudarme, colocó la alarma y entramos a la casa, la que estaba totalmente vacía por cierto, me tomó de la mano y nos dirigimos hacia el patio, cuando llegamos me sorprendí, había una mesita para dos personas decorada con un florero de rosas color blanco en el centro, las sillas de su living pero con moños, el mantel era color blanco pero tenía unos pequeños detalles en color rojo, encima de ella habían dos platos con espaguetis con salsa blanca, mis favoritos, y en el piso había velas de casi todos los colores, miré a Kellin que me miraba esperando una respuesta de mi parte.
-Dios, estoy sin palabras Kell, ésto es precioso, en verdad. -Dije abrazándolo.
-Me alegro de que te haya gustado amor, pensé que iba a ser un poco menos informal y privado que un restaurante. -Dijo y me soltó.
-Es hermoso en verdad. -Me dirigió hacia la silla, me ayudó a sentarme y se sentó delante de mí; cuando acabamos de comer y charlar volvió a hablar.
-Bueno, juro que ésta es la última sorpresa antes de que termine la noche. -Abrí los ojos sorprendida.
-¿Otra más? Kell, no te tendrías que haber molestado, el mejor regalo que pudiste haberme hecho es estar contigo hoy. 
-No me molesto, quiero demostrarte que te amo. -Dijo sonriendo, sacó de su bolsillo una cajita aterciopelada color roja y me la dió, la abrí y dentro tenía dos collares, uno decía Kell y el otro ____, miré atrás había una frase, tuve que unirlos para deducir lo que decía "No habrá mas luz del sol, no habrá cielos despejados si te pierdo mi amor", la frase de la canción que escuchábamos en el auto, una lágrima recorrió mi mejilla.
-El que tiene tu nombre es para mí, el que tiene el mío es para tí, ¿te gusta? -Lo miré a los ojos
-Eres perfecto, ¿sabes? -Me paré y lo abracé más fuerte que nunca.
-Tú lo eres, te amo amor, jamás dejaré de hacerlo.
-Y yo a tí bebé, gracias por hacer todo ésto por mí. 

*Fin FalshBack*

Cuando me dí cuenta tenía la cara totalmente húmeda de lágrimas, me volví a colocar el collar que estaba allí, la frase no se leía, solamente se veía su sobrenombre, Kell, la mitad de un corazón, aunque lo negara lo necesitaba, de pronto oí los pasos de Jared en la escalera y me metí rápidamente al baño cerrando la puerta, escuché como entraba.
-____, ¿acabaste?
-Me estoy vistiendo, en seguida bajo. -Traté de no soltar ningún sollozo pero por desgracia se me escapó uno.
-¿Estás llorando? ¿Que sucedió? ¿Estás bien? -M*ierda, la evasión de preguntas, no se daría por vencido.
-No Jared, estoy bien, no estoy llorando, me estoy resfriando, sólo éso, ve, ya voy. 
-Quinn otra vez... -Susurró.
-Leto, no te atrevas a tocar mi iPhone. -Salí del baño y allí estaba, leyendo el último mensaje.
-Deja de sufrir por él. -Tendiéndome el móvil, lo tomé.
-No puedo, te juro que no puedo Jared, no puedo sacarlo de mi mente ni un p*uto momento, aunque trate. -Ésta vez si, me quebré, y él me tomó en sus brazos dándome un fuerte abrazo de compasión.
-Si tanto lo amas perdónalo, que más da, estaba borracho, pero te juro ____ Worsnop Evans, te vuelve a hacer lo mismo lo mato a puñetazos, lo juro por dios. -Dijo casi enfurecido.
-Vale, gracias, te amo, ¿lo sabes? -Dije dándole un beso en la frente parada de puntillas.
-Y yo a tí mi pequeña tonta. -Ambos reímos y bajamos las escaleras. Cuando acabamos de comer la pizza charlamos por un rato hasta que su teléfono sonó, lo atendió rápidamente.
-Leto... Oh, buenas tardes señor Biersack... si claro, a las nueve en punto estaré allí, no se haga ningún problema... Vale, buenas tardes. -Cortó, ¿señor Biersack? ¿De dónde me sonaba ese nombre?  

*Mini FlashBack*

-¿Puedo saber tu nombre? -Pregunté curiosa.
-Hmm, no sería conveniente pero me llamo Andrew... Andy Biersack. -Se corrigió.

*Fin del mini FlashBack*

M*ierda, no, no podría ser el chico con el cabello desordenado, ojos azules, desalineado, egocéntrico pero seductor, ¿un empresario? pero... no tendría más de 22 años, seguramente es su padre o algún pariente, hay miles de Biersack en California.
-¿En qué piensas? -Preguntó Jared interrumpiendo mis pensamientos.
-¿Quién es el señor Biersack? -Necesitaba sacarme la duda.
-Oh, el chico con el que me reuniré hoy por la noche, es joven, pero cuando su padre murió se convirtió en el único heredero de su gran empresa, pero debo admitir que es un gran empresario para sus 23 años, lo vi en la fiesta el viernes creo... -Las palabras de mi padre hacia él; ok, estaba confirmado, era el de la fiesta, el que había tratado de seducirme.
-Ah, vale. -Dije fingiendo desinterés; ¿por qué me preocupaba por ése idiota? Ni siquiera lo conozco.
-¿Por qué preguntas?
-Nada, curiosidad. -Rió y cuando acabamos de limpiar la mesa sonó el timbre.

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