domingo, 11 de agosto de 2013

Capítulo 15.

-¿Con quién hablabas?
-Hmm, con Danny. -Mentí.
-Estoy harto de que me mientas, lo has hecho por cuatro días, ¿sabes? 
-No sé de que hablas. 
-Claro que sabes, ¿por qué me mientes justamente ahora? Somos amigos, bueno, pareja, pero ya no sé si creerte o no, te escuché desde que contestaste el teléfono.
-Jared, yo...
-No ____, ¡demonios! odio las mentiras y lo sabes muy bien, no entiendo con qué necesidad me haces ésto, en verdad no lo entiendo. -Caminó alrededor de la habitación con las manos tirando las puntas de su cabello, yo solamente agaché la mirada y observé mis manos, sin nada que decirle. -¿No vas a decirme nada? ¿Seguirás negándome que estuviste hablando con Andy hace unos momentos? Oh, claro, lo lamento, era Danny. 
-Deja de ser sarcástico.
-Tú no me dices que hacer, es más, estás en mi propia casa, yo te debería decir que hacer.
-¿Pero qué m*ierda te pasa Jared? Deja de ser tan controlado, si estaba hablando con Andy, ¿qué problema tienes? Es mi vida, y si en tu propia casa no puedo hacer lo que se me da la gana échame, nadie te dirá nada.
-Pero eres mi novia, y debo cuidarte.
-No necesito un niñero, créeme.
-Oh, entonces ¿debería sentirme bien mientras mi novia está hablando con otro hombre? ¿Qué debería pensar si ni siquiera me dices la verdad? ¿Eh?
-En verdad estás exagerando las cosas.
-No, no estoy exagerando, es la asquerosa verdad, eres una mentirosa, si no confías en mi ésto no funcionará, ni tampoco siendo amigos. -Mi cara cambió de enfado a una de completa sorpresa.
-¿Qué quieres decir Jared? 
-Lo que escuchaste. -Desvió su mirada, sentí como una lágrima recorría mi mejilla, me paré otra vez enfurecida, o triste, o tal vez los dos, y golpeé su pecho una y otra vez.
-¡Te odio, eres un bastardo! -No paraba de golpearlo y llorar, él solamente se quedaba inmóvil mirándome tratando de detener mis golpes.
-Ya, basta ____. -No paraba, sentía como se nublaba mi vista. -¡____, tranquila m*ierda, tendrás un ataque! -No podía, la furia me consumía. Tomó mis manos y todo se volvió negro, mi cabeza dolía de una manera impresionante, mis músculos también, cerré mis ojos y sentí un fuerte golpe en mi nuca, todo daba vueltas, ya no sabía donde estaba, lo último que escuché fue el grito desesperado de Jared y sus manos cargándome.


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