lunes, 12 de agosto de 2013

Capítulo 16.

Me desperté en un lugar que ya conocía perfectamente, el hospital. Otra vez el suero pinchando mi vena, el camisón azul tapando mi cuerpo, el duro colchón debajo de mí y las suaves sábanas cubriéndome, mi cabeza dolía, mi muñeca también, ¿mi muñeca? La alcé despacio pero dolió la otra, había una gasa cubriendo a ambas, las saqué despacio y noté ocho cortes en cada una que apenas comenzaban a cicatrizar. ¿Qué había ocurrido? Miré la fría habitación, no había absolutamente nadie, la oscuridad la inundaba, observé la ventana y una persona entró, se acercó a mi, era una mujer de tez blanca, cabello cobrizo, se veía algo enfermiza, la punta de su nariz estaba roja y sus manos temblaban incontroladamente, vestía una bata blanca de enfermera pero debajo tenía una camiseta con manchas rojas sospechosas, algo que me asustó.
-¿Qui...quién eres? -Tartamudeé con mi voz apenas audible y quebrada.
-Shhh, quieta que te colocaré la inyección. -Sacó una sucia jeringa de su bolsillo.
-¿Qué? No tengo nada, estoy bien. -Negó con la cabeza con una sonrisa.
-Claro que no. -Me levanté desesperadamente, pero alguien me tomó del brazo detrás de mi, obligándome a acostarme otra vez. -Bien hecho Andrew. -Me dí la vuelta y vi a Andy, tenía el cabello grasoso, grandes ojeras, un barbijo y también traía una bata, que igual tenía manchas rojas, me miró de una manera asquerosa, despreciable, amenazante, no había ni una pizca de lástima en él, me tomaba fuertemente de la muñeca, lo que hizo que soltara un grito ahogado, haciendo que me tapara la boca inmediatamente, como pude logré zafarme de su agarre, corrí hacia la puerta, escuchando los pasos de la mujer y Andy detrás de mi. Entré rápidamente a una habitación y me encontré con Austin tirado en el piso con un chaleco de fuerza, no levantó la vista hacia mi; oí que alguien golpeaba la puerta, moví la cama frente a ella, logrando una clase de escudo, luego me dirigí hacia él.
-Austin, escúchame. -No me había caso, solamente susurraba cosas que no pude descifrar, levanté su cabeza con mis manos, haciendo que me viera a los ojos. -Austin, necesito que me digas que es ésto, ¿qué c*arajos sucede aquí? 
-Vidrios rotos... estamos locos... 
-¿Qué quieres decir? -Solamente lo repetía, una y otra vez, de pronto la puerta se abrió de golpe y los dos entraron, me tomaron y me colocaron un chaleco de fuerza, no podía luchar, la mujer tomó mi cuello y pinchó la sucia jeringa en él, noté como todo se tornaba negro.
-Deja de luchar perra, estás loca, tienes que estar aquí con tu madre, con tus amigos, con todos a los que quieres, no mereces vivir, los locos no merecen vivir. -Y me dormí profundamente.

-¿____? ¿Estás bien? -Abrí los ojos despacio y estaba en la cama de Jared, frente a mí estaba Austin, mi cabeza dolía, miré mis muñecas, no había nada en ellas, estaba perfectamente bien, pero... ¿acaso el sueño tendría algún significado? Jamás había soñado algo así, nunca, pero no le di importancia.
-Fue solamente un sueño... -Respiré aliviada.
-¿Qué soñaste? -Se sentó al borde de la cama.
-Que estábamos en un manicomio, tú estabas en una sala y decías "vidrios rotos... estamos locos" una y otra vez, luego me pincharon con algo y una mujer me dijo que no merecía vivir, que estaba loca, que todo el mundo estaba allí, toda la gente que quería, pero solamente te vi a ti, a Andy y a ésa mujer... fue horrible.
-Oh, que asco de sueño. -Hizo que soltara una pequeña risa.
-¿Y Jared? -Su rostro se tensó.
-Acaba de irse... me llamó para que te cuidara.
-¿Dónde fue?
-Dijo que no te dijera, salió hace medio minuto, no lo sé.
-Austin, dime.
-Me matará.
-Yo te mataré si no me dices. 
-No ____.
-Austin Robert Carlile, sabes como me pondré si no me dices.
-Sé como se pondrá Jared si te digo. -Me paré y lo miré a los ojos seriamente.
-Dímelo, ahora. -Fruncí el ceño.
-Dije que no.
-¿No me lo dirás? -negó con cara insegura- ¿Seguro?
-Seguro. -Bajé las escaleras, él me siguió, tomé una hoya un una cuchara y comencé a golpearla, haciendo que se tapara los oídos molesto, yo seguía sin parar, me sentía una niña, pero era algo que le molestaba más que nada, era la única forma de la que podía hacer que hablara.
-¡Basta ____, se fue a la casa de Andy! -Gritó furioso, tiré la hoya preocupada y corrí hacia la entrada, tomé las llaves de mi moto y salí, Austin no alcanzó a tomarme, la encendí y conducí velozmente hacia la casa de Andy siguiendo el camino que habíamos seguido antes, de pronto oí una bocina detrás de mi, observé el espejo retrovisor y era Austin en su auto, se acercaba peligrosamente hacia mí, aceleré lo más que pude perdiéndolo de vista en unos cuentos minutos. Llegué a la casa y me bajé, luego de aparcar la moto frente a ella, el auto de Jared estaba a un lado y se oían gritos dentro, toqué el timbre y los gritos pararon, de pronto Andy abrió la puerta.
-Miren quién está aquí... que gran sorpresa, ¿a qué viniste preciosa? 
-No me llames así, buscaba a Jared. 
-Oh, aquí está, discutiendo sobre trabajo conmigo, ¿algún problema?
-¿Trabajo? -Asintió- No, ninguno pero... ¿podrías llamarlo? quiero hablarle.
-Vale, ahora lo llamo. -Rozó sus labios contra los míos, pero me alejé rápidamente.
-No vuelvas a hacer éso. -Se encogió de hombros con una sonrisa y entró, unos segundos después salió Jared.
-Hola.
-Hola, ¿qué haces aquí?
-Quiero hablarte, ¿para qué viniste? -Le pregunté.
-Trabajo. -Levanté una ceja.
-¿No es nada relacionado con mi repentino cambio de humor? -se calló un minuto- Habla Jared, si viniste hasta aquí para hacer hablar a Andy te juro que no te hablaré nunca más, ya estoy enfadada por lo que me dijiste antes de que perdiera la conciencia, ahora ésto me pondrá aún más furiosa.
-Yo debería estar furioso.
-¿No muestras ni un poco de compasión? Acabo de desmayarme por tu culpa, podría estar muy mal, debería estar en el hospital.
-Sé muy bien lo que debo hacer cuando te suceden los ataques de nervios, solamente tengo que esperar 10 minutos, si despiertas estás bien, si no te debo llevar al hospital, te ves perfectamente ahora. -Resoplé.
-Fue horrible lo que me dijiste.
-Lo siento, nunca me iría de tu lado.
-Jamás en tu vida vuelvas a repetir éso, ¿si?
-No lo haré, me dejé llevar, sabes que te amo. -Besó tiernamente mis labios; de pronto los gritos se volvieron a escuchar dentro de la casa.
-¿Y éso?
-Andy pelea con Juliet, supongo, la acabo de ver aquí abajo hace unos segundos, se veía realmente irritada.
-Wow, que interesante ¿me acompañas a casa? -Dije haciendo puchero.
-Te dije que estoy hablando con Biersack nena.
-¿Era verdad?
-Si, bueno... ahora estábamos hablando sobre un ascenso y un aumento para mi, pero iba a tirarle la bomba sobre ti hasta que llegaste y me interrumpiste.
-¡Jared! No quiero que pongas en riesgo tu trabajo solamente por mi, te costó mucho llegar hasta aquí, no seas tonto.
-Eres más importante para mi que un asqueroso trabajo.
-No importa, ambos podemos resolver nuestros problemas, yo puedo salir adelante con ustedes, son cosas pasajeras, y tú deberías pensar igual que yo.
-¿Qué le hiciste a ____? -Rió, yo lo imité.
-Soy la misma, pero con 17 años. Ya era tiempo de que madurara, ¿o no? -De pronto Andy apareció detrás de él.
-¿Me voy?
-Si quieres puedes quedarte prec... ____. -Se corrigió rápidamente.
-No gracias. ¿Les falta mucho para acabar con su conversación señor Biersack? -Me fulminó con la mirada por un segundo.
-Creo que ya estamos listos...
-¿Disculpe Andy? -Preguntó Jared.
-No me trates como señor Jared, ya te lo eh dicho, me pone incómodo. El ascenso y el aumento son tuyos, pueden irse. -Estrecharon sus manos en un saludo.
-Muchas gracias señ... Andy, gracias Andy. 
-No me agradezcas Jared, eres uno de los mejores de la empresa. Gusto en verte, a ti también ____, ¿o debería llamarte señorita Worsnop? -Levantó una ceja.
-Como desees, ¿vamos amor? -Jared asintió.
-Vale, nos vemos mañana Jared, adiós señorita Worsnop, que tengan buenas noches.
-Igualmente señor Biersack. -Jared se dirigió hacia el auto y le susurré al oído a Andy. -Suerte con Juliet, no quiero que intervengas en mi relación con Jared, él es mi vida entera, no quiero que me llames, ni mandes mensajes, solo... déjame en paz, amo demasiado a Jared como para perderlo, enfócate en tu relación que yo me enfocaré en la mía.
-Sabes que me es imposible. -Su rostro estaba triste.
-Vamos Andy, apenas nos conocemos, ¿me dirás que me amas y quieres vivir una vida junto a mi? Por lo que pasó ayer solamente pienso que me quieres para rellenar tu lista de encuentros sexuales, y créeme, no lograrás tenerme en tu cama como todas ésas perras, solamente te advierto. Déjame en paz. -Me dí la vuelta y me subí a mi motocicleta, Jared estaba al lado de ella. -Te sigo amor. -Le sonreí, él asintió y arrancó el auto.


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