lunes, 26 de agosto de 2013

Capítulo 18.

La luz tenue del sol me despertó, abrí mis ojos y estaba en la cama de Jared, a mi lado no había nadie ni nada, solamente un pequeño papel escrito con su hermosa caligrafía. ¿Todo había sido un sueño? ¿mi perro corriendo, el accidente y ése horrible dolor recorriendo todo mi cuerpo? ¿también Andy? Se sintió tan real. Suspiré con alivio. Tomé la nota entre mis manos, *Buenos días amor, fui a buscar el desayuno y el almuerzo; sabes que odio despertarte, te ves hermosa y pacífica cuando duermes, te amo. Tu esposo, Jared.* ¿Esposo? Debe ser una broma. No le dí importancia y me levanté desganada. Unos segundos después mi teléfono sonó, lo levanté de la mesita de noche, en la pantalla aparecía el nombre Kellin Quinn, contesté rápidamente.
-Hey niña.
-Hola Kellogs.
-Hace mucho no me decías así.
-Te lo digo todo el tiempo.
-No, me lo decías cuando éramos jóvenes... -Oh, cuando lo conocí en la preparatoria, sin embargo no pasó mucho tiempo.- Oye, llamaba para preguntarte si podíamos ir a visitarte, Coco quiere verte.
-¿Quién? -Pregunté confundida.
-Copeland tontita. 
-¿Ya nació?
-Hmm, hace cinco años, -rió- estás dormida, ¿verdad?
-Si, seguramente debe ser éso. -Froté mi cara con cansancio y confusión.
-Bueno, en una hora estamos allí, Austin quiere ir con Gielle y Oliver con Amanda, ¿les digo que si?
-¿Gielle y Amanda?
-¿Estás dormida o borracha? -volvió a reír- La esposa de Austin y la prometida Oliver.
-Pero, son muy chicos todavía, no pueden casarse.
-Seguramente estás bromeando, pero te lo explico por las dudas. No son chicos de 16, ya tienen 25, casi todos estamos casados, incluyéndote. Oye, el alcohol te afecta. Oh, lo que me recuerda, ¡felicidades por tu embarazo! -¿Qué demonios está pasando?
-Gr...gracias, s...si, lo sé. -Tartamudeé sin saber bien lo que decía.
-Bueno, tómate un café, en una hora estamos allí niña bromista. -Cortó. ¿Esto en verdad está pasando? Todavía tengo 17 años, no puedo estar comprometida, ¡mucho menos embarazada! Me dirigí hacia el baño, me miré en el espejo y no me reconocí, ¿sigo siendo la misma chica de 17? Esto debe ser un sueño, si... éso es lo que es. Lavé mi rostro y volví hacia la habitación, me asomé por la ventana, por suerte mi motocicleta estaba fuera, algo que no estaba cambiado en éste j*odido sueño. Abrí el armario y toda mi ropa estaba allí junto a la de Jared, tomé algo de ella y me cambié rápidamente, mientras lo hacía noté un anillo de plata con un pequeño diamante, seguramente un regalo de él; tomé mis anteojos y salí con mi celular y mis llaves en mano. Arranqué la motocicleta y aceleré decidida a ir a casa de Andy. Cuando llegué la casa seguía como antes, me bajé y toqué la puerta, de adentro salió Juliet riendo.
-Hola, ¿qué deseas? -Me dijo amablemente.
-Hola, buscaba al señor Biersack.
-Oh, claro, pasa querida. -Hice lo que me ordenó y me senté en el gran sofá. -Espera un segundo, ahora lo llamo. -Asentí con la cabeza observando como subía las escaleras, un minuto después bajó, se veía despreocupado y feliz, fijó su vista en mí.
-Hola, ¿qué necesitas? 
-Hola Andy. -Frunció el ceño un poco, me paré y me coloqué en frente suyo.
-Disculpa pero... ¿nos conocemos?
-S...si, tú coqueteaste conmigo miles de veces, no te hagas Andy.
-Hmm, tengo esposa e hijos, no creo que haya sido posible, te equivocaste pequeña.
-¿Esposa e hijos? ¿Cuántos años tienes?
-27, oye, en verdad estaba en medio de un compromiso familiar, si ya terminaste con tus preguntas creo que puedes irte.
-Pero... la fiesta... y tú con Juliet, y yo con Jared...
-Lo lamento, pero no sé de que hablas. Disculpa, no sé tu nombre.
-____. 
-Bueno ____, creo que debes irte ahora, esto se está tornando en verdad incómodo.
-E...está bien. -Tartamudeé. Sin mirarlo a los ojos salí de allí y me subí a la moto, pero escuché que gritaban mi nombre a mis espaldas, me di la vuelta y Andy corría detrás de mí, cuando llegó acarició mi mano y mi cabello con una cara horrorizada y de preocupación.
-Tranquila, todo pasará, por favor sigue viva.
-¿Qué? -Dije completamente confundida notando como sus ojos se cristalizaban, oh no, esto no está pasando.
-Por favor ____, no quiero perderte.
-Basta Andy, me estás asustando. 
-No cierres tus ojos, por favor, tú eres fuerte. -De pronto sentí un fuerte golpe en mi pecho y mis ojos se cerraron, lo volví a sentir otra vez, y una vez más, y otra hasta que acabaron, volví a abrir mis ojos y estaba en una hermosa pradera, caminando tranquilamente, de pronto mi madre aparece a mi lado.
-Mamá.. ¿qué está sucediendo? No entiendo nada.
-Hey, tranquila, lo único que te puedo decir es que estarás bien en unos días.
-¿Unos días?
-El accidente fue real, saliste muy herida y grave, tuvieron que donarte mucha sangre, acomodarte y arreglarte huesos, casi mueres pequeña.
-¿Quién me atropelló?
-Andy, pero puedo asegurarte que no fue a propósito, él se ha estado muriendo de miedo en la sala de espera, hace dos semanas que duerme allí.
-¿Dónde estamos?
-En un pacífico lugar.
-Lo noté. -Rió- Mamá, tengo miedo.
-No lo tengas, estás bien, estarás bien pequeña. -Me abrazó fuertemente tranquilizándome.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario