lunes, 1 de julio de 2013

Capítulo 9.

Por fin llegó el lunes, increíblemente extrañaba la escuela, ya podía dejar de utilizar la j*odida silla de ruedas y hacer las cosas por mí misma, excepto montar mi moto por unas semanas más, algo que me fastidiaba demasiado, pero por otro lado mi madre permitió que usara el hermoso Mercedes Benz C Class Coupe familiar, el auto en el que mi padre me enseñó a manejar y siempre quise poseer, era asombroso, color rojo llamativo y siempre reluciente de limpio. El sonido de mi iPhone me despertó a las ocho en punto de la mañana, como antes, como extrañaba oír el sonido de la preciosa canción por las mañanas... me levanté y me dirigí al baño en donde me lavé la cara, me cepillé el cabello haciendo una coleta en él y me coloqué un poco de delineador junto con bálsamo labial, como de costumbre, me dirigí a la ventana y la abrí un poco para ver si hacía frío o calor, el cielo estaba un poco nublado y había viento pero no era nada grave, asique fui a buscar ropa, lo más cómodo que encontré fue esto: {http://www.polyvore.com/cgi/set?id=86977394&.locale=es} me cambié y me volví hacia la habitación de Danny, entré sin tocar y estaba roncando como siempre, le moví el hombro para despertarlo.
-Danny... ¡Daniel, escúchame! -abrió los ojos rápidamente algo asustado- me voy a la prepa, la comida está en la heladera, es lasagna que preparé anoche, no te comas todo y ve a hacer las compras por favor. -Asintió adormilado y me besó la mejilla.
-Buena suerte.
-Gracias, igualmente a ti. -La última semana nuestro odio de hermanos común de siempre se había esfumado, al estar solos en la casa éramos responsables de todo y debíamos estar unidos, aunque saliéramos casi siempre era nuestra responsabilidad hacer que nuestros padres se enorgullecieran y supieran que podíamos vivir en paz y maduramente solos. Bajé las escaleras y tomé un yogurt del refrigerador, cuando lo acabé tomé las llaves del auto, me coloqué la chaqueta y salí, entré en él y lo arranqué, prendí la radio y coloqué mi estación favorita, estaban pasando una de mis canciones favoritas, Russian Roulette de Rihanna, de pronto mi iPhone sonó, bajé un poco el volumen y contesté sin mirar el nombre.

        -En línea-

-¿Hola?
-Hola nena, ¿estás yendo a la preparatoria? 
-Si Jared, recién entro al auto y créeme que hay riesgo de que choque si voy hablando por teléfono.
-Oh, lo siento y buena suerte, solamente quería decirte que por la noche necesito que me hagas un favor, ¿podrías?
-Claro, ¿qué es?
-Bueno... invité a mi nuevo jefe a cenar en mi casa y dijo que llevaría a su novia, que te lleve a tí también y bueno... eres mi amiga con derecho pero él cree que eres mi novia y...
-Espera, espera... voy, pero ¿a qué hora?
-Yo te pasaré a buscar como a las ocho.
-¿Me tengo que vestir elegante?
-No, ve como tú quieras, menos en ropa interior o pijama.
-Muy gracioso, bueno, te espero, te amo.
-En serio gracias, no sé que haría sin ti nena, yo más, adiós.

                -Fin de llamada-

Luego de unos minutos me dí cuenta de lo que había hecho... primero iba a ir a la casa de Jared, éso estaba bien. Segundo, iba a fingir que era su novia, nada nuevo, ya lo había hecho antes. Tercero... iba a estar su jefe, osea Andy, nada malo, el problema era su novia, ¿cómo debería actuar ante él luego de que tratara de seducirme? bueno... fue hace tiempo, pero él estaba con ella en la fiesta, que ridículo; no importa, no debo preocuparme por los problemas de los demás, no diré nada sobre éso y lo dejaré olvidado, será solamente una cena de "negocios" para ellos, nada importante, solamente estoy ayudando a mi mejor amigo. Cuando me dí cuenta ya estaba en la preparatoria; a la distancia reconocí el auto de Kellin, manejé hacia él y me aparqué unos metros delante de él, a un lado del auto de Austin, me bajé y coloqué la alarma, miré de reojo al auto y estaba discutiendo con una chica, no reconocí su rostro, además tenía anteojos de sol, lo único que pude notar es que tenía un vestido floreado junto con un abrigo color verde y un cabello muy largo; fingiendo que no había visto nada pasé delante del auto a unos metros y por suerte no me vió, entré a la preparatoria y sorprendentemente no sentí ni una pizca de dolor por lo que Kellin había hecho, decidida me dirigí a mi casillero y tomé mi libro de biología, cuando la campana sonó corrí al salón y entré tranquilamente pero algo agitada, Vic me vió y me abrazó con cuidado.
-Holaaaaa, olvidé mi chaqueta en tu casa ayer, ¿la trajiste?
-No, lo olvidé, lo siento, mañana la traigo. -Dije sonriéndole.
-No hay problema pequeña, -en ése momento Kellin entró al salón con mala cara, me miró y sin siquiera acercarse a mí se sentó delante de Vic, que estaba a mi lado- ____ ¿te sucede algo?
-Hmm, no, nada Vic, ve a sentarte que la profesora está afuera. -Me hizo caso y se sentó a mi lado, la profesora entró y nos saludó, comenzó explicando un tema, no presté absolutamente nada de atención, como casi siempre pero de pronto un papel interrumpió mis pensamientos, decía *Oye, ¿podemos hablar? soy Kellin.*, le contesté *En donde siempre apenas toque la campana por favor, no tengo mucho tiempo.* y le volví a tirar el papel, unos segundos después volvió, *¿Por qué no tienes mucho tiempo?*, y volví a contestarte *Tengo algunos asuntos que resolver Kellin, nada importante, no contestes.* y se lo tiré. Luego que la hora de biología pasó la campana por fin sonó y me dirigí hacia "el lugar de siempre", debajo de las escaleras que daba al segundo piso de la preparatoria había un pequeño lugar en donde Kellin y yo siempre íbamos para hablar en privado, corrí hacia allí sin mirar si él iba detrás de mí y me senté en el suelo, unos segundos después llegó y se sentó a mi lado.
-Bueno... espero que ésto no te altere.
-No lo hará, solo dilo. 
-¿Te sucede algo?
-No Kellin, habla de una vez.
-¿Estás mol...
-Vale, hablo yo, ya sé que me engañaste, que estas por tener un bebé y que te mudarás cuando nazca, no tengo problema, me duele que lo hayas hecho y en verdad eres una persona muy falsa, pensé que eras diferente, te dí muchas oportunidades pero me utilizaste, no interesa, puedo prender fuego todos tus recuerdos, estoy bien, soy una chica madura, no te odio, solamente estoy demasiado decepcionada pero espero que me presentes a tu bebé, que me invites a tu boda y que me invites a tu casa a comer pastel de chocolate. -Soltó una pequeña risa pero se le borró al instante y quedó boquiabierto.
-¿Cómo sabes todo éso? No te utilicé, en verdad te amo, no soy falso, tú siempre supiste como era ____, en verdad lo siento.
-No soy tonta, averigüé mucho, te comportaste muy raro y tú no eres así, pero éso no importa.
-Claro que no, yo te sigo amando pero quiero que me des una última oportunidad de ser tu amigo, ¿podrías al menos considerarlo? Y quiero pedirte una sincera disculpa por ser tan j*odidamente idiota.
-Ya lo consideré, está bien Kellin, déjalo así, todo se debe olvidar alguna vez, eres un buen recuerdo y si quieres podemos tratar de ser amigos hasta que te vallas. -Me abrazó y en verdad se sintió raro, pero también lo abracé, salimos de allí y nos dirigimos hacia el comedor, en una mesa estaban los chicos sentados riendo y haciendo bobadas como siempre, nos dirigimos hacia ellos y nos sentamos, Austin me tendió un vaso de jugo de naranja y me lo bebí rápidamente.
-¿Como está la parejita? -Dijo Oliver.
-Terminamos, ahora somos todos amigos chicos. -Nos miraron sorprendidos.
-¿Qué? -Estaba perplejo.
-Éso, no es tan difícil de entender chicos. -Rodé los ojos y sentí como unas manos se posaban en mis hombros, me dí la vuelta y unos labios se posaron contra los míos, me alejé rápidamente y estuve a punto de abofetear a la persona sin siquiera mirar pero Kellin se me adelantó, se paró de la silla y tiró un puñetazo, cuando vi sus ojos era yo la que estaba perpleja, era Jared, que había esquivado la mano de Kellin y la tenía tomada entre una de las suyas.
-¿Por qué la besaste? -Dijo Kellin furioso.
-¿Qué? yo nunca hice éso. -Seguía sonriendo.
-Claro que sí, te vi.
-¿Tienes testigos? -Miró a su alrededor y era cierto, nadie nos miraba, el único que estaba a mi lado era él y había una silla libre a mi otro lado, por éso los chicos no pudieron ver, Kellin negó con la cabeza enojado.
-¿Que-que haces aquí? -Tartamudeé.
-Vine a saludarlos, mi jefe me pidió que retirara a su hijastra de la preparatoria y aquí estoy, ¿conocen a Mandy Simms?
-Si, va al primer año, la pequeña y maldita Simms, es toda una bravucona, pero es totalmente sensu.... -Dijo Austin pero lo interrumpí.
-Terminas la frase y te mato, Simms es una p*erra, tal vez más que Abigail, y tú Jared, no puedo creer que le hagas caso a todo lo que tu jefecito dice, ¿acaso eres su burro de carga? además ¿no puede venir a buscarla su madrastra? ¿acaso es la reina de Inglaterra o algo así? -Todos se quedaron boquiabiertos.
-¿Qué sucede ____? ¿Qué te hizo Simms? -Me contestó Austin, se levantó de la silla y me tomó de los hombros haciéndome masajes, sabía que éso tranquilizaba mis ataques de nervios y funcionó, si no lo hubiera hecho hubiera sido capaz de desmayarme, siempre sucedía cuando recordaba malos momentos. Con Mandy éramos grandes amigas cuando éramos pequeñas, además éramos vecinas; su madre, Diane, era adicta a la cocaína y estaba arruinada, se convirtió en prostituta al entrar en la total quiebra y por un error quedó embarazada. Tuvo tanta suerte que conoció a un futbolista en una fiesta y se casaron, pero luego de que naciera Mandy él descubrió que tenía cáncer y a los 32 años de edad murió, pero su herencia no fue para Diane, si no para una amante, ésto dejó de nuevo en la quiebra a la mujer con su hija en la calle. La única alternativa que tenía era volver a la prostitución, pero no podía con los cargos que ejercían tener una hija que cuidar y alimentar, y al tener a su familia en otro país se decidió a darla en adopción a los 3 años de edad. Desde ése momento cuando una mujer llamada Juliet la adoptó la vida de Mandy cambió; ella era madre soltera pero igual la dejaron adoptarla por ser tan adinerada. Un día me econtré con ella en la primaria, estaba por entrar a su aula y yo a la mía pero me dirigí a ella dándole un abrazo, me ignoró por completo y me golpeó, mi mejor amiga Mandy, la niña más dulce que había conocido había desaparecido por completo, se había convertido en una endiablada que tenía solamente una amiga que era como su empleada personal a la que mandaba a toda hora, por éso desde ése momento guardaba rencor hacia ella, por convertirse en una bravucona, por golpearme y humillarme frente a todos siempre que tenía la oportunidad, por supuesto sobreviví al tener a mis amigos a mi lado defendiéndome, además mi prima Taylor iba conmigo y éramos como hermanas. Luego, en la secundaria ya fue algo totalmente diferente, no se metía conmigo jamás al ver que tenía como amigos a los chicos, no podía hacer el ridículo frente a ellos porque sabía que se ganaría su odio. Era agradable para los que no conocían su lado malo o simplemente los que eran igual que ella, se vestía como una "rebelde", recuerdo que cuando éramos pequeñas su cabello tenía un color rubio perfecto y brillante, pero éso cambió al entrar a la secundaria, se tiñó el cabello de rosado, no tenía tatuajes ya que su madrastra no se lo permitía pero tenía muchos aretes y dos piercings, uno en la nariz y otro bajo ella, arriba del labio inferior, no era nada fea, si hubiera tenido su cabello como antes y no se pintara tan exageradamente sería perfecta, era así {http://static.lockerz.com/decalz/W600/image00134682423902752ndre.jpeg} La voz de Austin y Jared me sacaron de mis pensamientos.
-____, ¿quieres que te llevemos a la enfermería? 
-¡____, reacciona por dios!. -Exclamó Jared. Parpadeé un par de veces y los ví.
-Estoy bien, siento lo que dije. -Ya no había nadie en el comedor, supuse que ya había tocado la campana de final de receso, solamente estaban Jared, Austin y Mandy, la fulminé con la mirada y me levanté.
-Espérame en la puerta del salón, si te vas no te haré el favor a la noche. -Le susurré al oído a Jared. Acelerando mi paso me dirigí al salón y entré sin tocar.
-Señorita Worsnop, no puede entrar así como si nada a la clase sin siquiera tocar, llega 15 minutos tarde, más le vale que tenga una justificación válida. -Dijo con su nasal voz la anciana profesora de Lengua.
-Estoy enferma, me ordenaron que viniera para tomar mis útiles y me retirara del establecimiento, no tuvieron tiempo de entregarme el permiso porque la secretaria estaba ocupada realizando unos papeles importantes. 
-Vale, retírese en silencio Worsnop, espero que pida la tarea. -Asentí, junté mis libros en mi mochila y salí del salón saludando con la mano a Vic y Kellin. Ya afuera Mandy y Jared estaban hablando, no pude escuchar lo que decían pero tomé la mano de él y lo llevé hacia afuera del establecimiento, no hubo ningún problema, nadie me dijo nada, saqué las llaves del auto de mi bolsillo, le dí un pequeño beso en los labios y sin saludar a Mandy ni decir nada más me subí al auto y arranqué, pasé por su lado, bajé el vidrio y Jared me sonrió.
-Que grosera eres fracasada. -Escupió Mandy.
-Gracias querida, pero la fracasada eres tú que deben venirte a buscar. -Reí y salí de allí.


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